Los integrantes del grupo Ciudadanos Autoconvocados Comisión Escrache (CACE) despidieron ayer con huevazos a los senadores que se negaron a debatir sobre la pérdida de investidura del liberal Dionisio Amarilla.
La abogada María Esther Roa, miembro de CACE, lamentó la actitud de los legisladores y la calificó de “vergonzosa”. “Ellos tienen la obligación de iniciar el proceso, el tratamiento de la pérdida de investidura, desde el momento mismo en que lo pide la gente, cuando surgen las evidencias”, aseveró.
Expresó que se sienten indignados por la actitud de los senadores, porque actúan como una especie de grupo de mafiosos, en donde anteponen sus intereses sectarios o partidarios. “Digo mafiosos porque un criminal es mafioso, y si nos vamos a la reflexión, ¿qué es lo que produce la corrupción?, la corrupción mata, la corrupción hace que un niño no tenga estudios, o que una persona muera en un hospital por falta de medicina, o que una embarazada tenga que parir en el costado de un camino vecinal por falta de rutas. Entonces, es vergonzoso, ese es el calificativo, para mí, como activista social, que merece la Cámara de Senadores”, indicó Roa.
Explicó que hay que entender que no se habla de tráfico de influencias tipificado en el Código Penal, sino en la misma Constitución, y de su violación. “La Fiscalía puede abrir un proceso penal si quiere, pero la pérdida de investidura es un juicio político, porque lo que hizo él (Amarilla) fue gravísimo”, subrayó.
Postura. Asimismo, indicó que el presidente Mario Abdo tiene la oportunidad de comprobar su capacidad apoyando la destitución de Amarilla. “En sus discursos siempre repite ‘caiga quien caiga’ y si finalmente él accede a hacer esos pactos políticos que denigran la calidad del servidor público, obviamente que la ciudadanía le va a pasar la factura, es políticamente muy peligroso”, advirtió.