17 jun. 2025

Hoy se reanudan actividades en la Universidad de Virginia

El edificio de aulas Norris, donde Cho dio muerte a 32 personas y luego se suicidó, permanecerá cerrado por el resto del semestre y las autoridades han tomado medidas para aliviar la presencia de los medios de comunicación.

EFE
Washington-EEUU
La Universidad Politécnica de Virginia, donde hace una semana un estudiante mató a 32 personas y se suicidó, reanudará hoy sus actividades mientras prosiguen las investigaciones y debates en torno al incidente.
La universidad en Blacksburg, Virginia, 450 kilómetros al sudoeste de Washington, espera el retorno de la mayoría de sus 26.000 estudiantes para la etapa final de los cursos de este año, mientras se completan los funerales de las víctimas del estudiante Cho Seung Hui.
“Desde el punto de vista de mi universidad tenemos que seguir adelante”, dijo el portavoz de la Politécnica, Larry Hincker. “Haremos todo lo que podamos para reorganizar este sitio e impedir que algo como lo ocurrido vuelva a ocurrir”.
El edificio de aulas Norris, donde Cho dio muerte a 32 personas y luego se suicidó, permanecerá cerrado por el resto del semestre y las autoridades han tomado medidas para aliviar la presencia de los medios de comunicación.
El predio de 1.000 hectáreas se convirtió en escenario de la peor matanza perpetrada por un individuo con armas de fuego en la historia de EEUU, y por varios días los alumnos, las familias, los empleados y profesores fueron objeto de la atención de los medios mientras lidiaban con sus propias emociones.
La familia de Cho ha divulgado un comunicado en el que expresó su horror por las acciones del joven, y su pesar por la tragedia que abatió al país. Durante los días siguientes a la incursión armada de Cho en Norris Hall, hubo en diversas instituciones de educación del país amenazas de bombas que forzaron la evacuación de los edificios.
En un artículo que publicó el diario The New York Times, los familiares de Cho en Corea del Sur relataron cómo la madre del joven expresó durante años su desconcierto por la falta de comunicación con su hijo.
“Cuando le dije a su madre que era un buen chico, callado pero que se portaba bien, ella me dijo que preferiría que él le respondiera cuando le hablaba aunque no fuese tan bueno y manso”, declaró Kim Yang Soon, de 84 años, abuela de Cho.
Tras el incidente, el horror inicial y el pesar que le siguió, se reanudó en EEUU el debate sobre la posesión de armas de fuego que ha seguido a los incidentes reiterados de violencia al azar.

Siguen discusiones
En torno a la universidad se intensificaron este fin de semana las discusiones acerca de si las autoridades académicas tomaron las medidas adecuadas después que 2 personas fueron muertas a balazos en un dormitorio. Cho completó su incursión criminal 2 horas y media más tarde, pero la Policía creyó que tenía un sospechoso en el primer incidente y no se ordenó la suspensión de clases ni la evacuación del predio. Sydney Vail, director del hospital Carilion Roanoke Memorial, adonde fueron llevadas varias de las víctimas, dijo que algunas de las heridas fueron más graves porque el atacante empleó balas calibre 9 milímetros de punta ahuecada.