Las fiscalas Esmilda Álvarez y Stella Mary Cano solicitaron una condena de 30 años de prisión más 10 años de medida de seguridad para Marabel, por el feminicidio de su esposa Dalma Rojas y por los homicidios dolosos de sus hijastros, de 4 y 6 años, y sus suegros, Elba de Rojas y Julio Rojas.
Mientras que para la otra acusada, Araceli Sosa, la Fiscalía solicitó la pena de 4 años de cárcel acusada por los hechos punibles de reducción, frustración y omisión de dar aviso de un hecho punible.
Durante el juicio, la Fiscalía diferenció las pruebas directas e indirectas. Así, al no haber testigos ni filmación del crimen, solo había indirectas.
También citó la compra de materiales de construcción, que eran para tapar los cuerpos. Además, la investigación policial-fiscal, sobre los cadáveres y habló del testimonio del forense. Tachó de absurdo que se quiera sindicar a otra persona de los hechos.
Esto, teniendo en cuenta la declaración de Marabel, quien confesó que solamente mató a su suegro, Julio Rojas, alegando que fue en defensa propia, ya que el hombre intentaba agredirlo con un cuchillo.
También relató que durante la pelea que mantuvo con Rojas, este le admitió que asesinó a toda su familia, por lo que logró despojarle el cuchillo y lo hirió en el corazón, para luego, cuando el hombre estaba tendido en el piso malherido, patear nuevamente el arma blanca, ocasionándole la muerte.
Por su parte, la defensa de Marabel, a cargo de la defensora pública María de la Paz Martínez, señaló que la compra de materiales no prueba que mató a las víctimas.
Criticó de nuevo a la Fiscalía por no hacer las pruebas de sangre, de ADN, de huellas. Ni siquiera se sabía la causa de la muerte, dijo.
Sobre la pena máxima requerida por la Fiscalía para el acusado, la agente Mary Cano remarcó que “la sociedad se debe cuidar de una persona como Bruno Marabel, que tiene un comportamiento violento y no demuestra arrepentimiento”.