En esta recordación, recibió el saludo del gobernador del Departamento de Ñeembucú, licenciado Luis Benítez, acompañado por el intendente municipal de Pilar, Alfredo Stete, quienes llegaron hasta la compañía Potrerito de Laguna Itá, en el distrito de San Juan Bautista de Ñeembucú.
“Le traemos el saludo de todo el departamento, como testimonio de gratitud a quien le tocó pelear y defender junto a sus hermanos y otros compueblanos nuestro suelo, nuestra patria, el Chaco boreal, superando las torturas propias de cada batalla. Es nuestra reliquia viviente a quien debemos honrar cada día”, señaló el gobernador.
Mencionó que lo encontraron lúcido y con buena salud, remarcando que seguirán acompañando y apoyando a su familia, que le brinda el cuidado que se merece. El jefe departamental reafirmó el compromiso de seguir brindando atención a las necesidades y a la salud de Próspero, con provisión de insumos para su cuidado, servicio profesional de enfermería y medicamentos. Pese a los años, Próspero conserva una extraordinaria lucidez. Recuerda que lo destinaron entre Picuiba y Nanawa. Al principio, a los jóvenes reclutas los destinaron a tareas de construcción de caminos para las tropas.
EN CORDILLERA. Teniendo presente que el último excombatiente de la Guerra del Chaco de Caacupé, don Sindulfo Maidana, ya falleció, y coincidentemente con las disposiciones sanitarias de evitar aglomeraciones, la Municipalidad de la Villa Serrana dispuso no realizar ninguna ceremonia conmemorativa que aglutine gente por el 85 aniversario de la firma de la paz del Chaco entre Paraguay y Bolivia. El jefe comunal dijo que no se puede hacer una convocatoria masiva de nuestros abuelos, aparte de que prácticamente ya no están más, y tampoco transgredir las disposiciones sanitarias y gubernamentales que tenemos vigentes en el país.
Fue por ello que se tomó nota de los parientes más cercanos a los defensores de la patria que vivían en Caacupé, que totalizan unas 45 personas, familiares cercanos de los combatientes ya fallecidos. Es por eso que la Comuna caacupeña dispuso que se distribuyeran kits de alimentos a las viudas e hijos de los héroes de la guerra.