No necesitó la Selección holandesa femenina de fútbol la luz de sus principales estrellas para encontrar el camino hacia su primera final en el Mundial, al vencer a Suecia por 1-0. Fue la jugadora que porta su emblemático dorsal 14, Jackie Groenen, quien empujó a la Orange a la última ronda del torneo, cuyo cartel completará este domingo en Lyon el combinado de los Estados Unidos.
La vigente campeona europea se topará con un coloso: el defensor del título es también el conjunto más laureado del certamen, merced a su coronación en 1991, 1999 y 2015. El reto será mayúsculo para las pupilas de la DT neerlandesa Sarina Wiegman, pero está a la altura de su historia más reciente, siendo desde 2017 el equipo más poderoso de Europa. También es uno de los más fiables del Mundial que desde el 7 de junio juegan en Francia. Tumbó a todos sus rivales, desde la fase de grupos hasta la semifinal, donde venció por un ajustado 1-0 a la escuadra sueca. Si en la primera semifinal las selecciones de Estados Unidos e Inglaterra trataron de explotar sus registros ofensivos, ayer los equipos de Holanda y Suecia prefirieron ofrecer su versión más prudente. El domingo, Estados Unidos y Holanda definirán el título en Lyon.