Una manifestación de aficionados del Manchester United, que acabó con la invasión del estadio de Old Trafford este domingo, provocó el aplazamiento del partido de la Premier contra el Liverpool, lo que privó al City de un posible título antes de su semifinal de Champions el martes ante el PSG.
Esa fue una de las réplicas del sismo de la efímera Superliga, esa competición privada impulsada por varios clubes grandes de Europa disidentes, entre ellos el Manchester United, y rápidamente abortada por la movilización de los aficionados: los seguidores de los Diablos Rojos no parecen haber perdonado a su directiva su compromiso con ese proyecto que amenazó el equilibrio en el fútbol europeo.
Y así se vio perturbada la carrera hacia el título en la Premier: el Manchester City, que se habría proclamado campeón en caso de victoria del Liverpool, deberá esperar.
Sí disputaron sus partidos de la 34ª fecha otros dos equipos ingleses firmantes del proyecto de la Superliga; el Tottenham remontó al 5º puesto, que clasifica a la Europa League, al aplastar al colista Sheffield United 4-0 con un triplete del galés Gareth Bale. Y el Arsenal (9º) superó al Newcastle por 2-0