Según las investigaciones de la Senad y de la Fiscalía, los terrenos aptos para las pistas y donde están ubicadas las que no fueron habilitadas por la Dinac están situadas en los distritos de Cerrito, Villalbín, Mayor Martínez, Humaitá, Isla Umbú, Tacuara y San Juan de Ñeembucú.
De cada pista salen entre dos y tres vuelos por semana. No hay mucha diferencia entre las pistas legales e ilegales. Los pobladores aseguran que algunos propietarios que tienen pistas legales las alquilan a 300 dólares por vuelo.
El tráfico de drogas se realiza preferentemente por vía aérea, a pesar de que en los últimos tiempos también se procedió al traslado hormiga, es decir, utilizan “mulas” generalmente adolescentes y niños para trasladar la marihuana a la costa argentina.
La prueba de todo esto es la gran cantidad de paraguayos, en su mayoría adolescentes, que están recluidos en algunas unidades penitenciarias de las provincias argentinas del Chaco y Corrientes.
La población del Ñeembucú vive momentos de mucha preocupación, al no existir garantías de las fuerzas del orden, que lejos de proteger a la ciudadanía, muchas veces sirven de “campana” para delatar los procedimientos.
A Pilar nadie ingresa sin que se entere la Policía. En el acceso a Pilar, viniendo de San Ignacio, Misiones, existen cuatro puestos policiales. Allí piden de todo. Algunos fiscales se quejan de la Policía por no detectar los movimientos ilegales en el departamento de Ñeembucú.