La directora de Política Macrofiscal de la cartera, Viviana Casco, reconoció que la situación actual requerirá de un esfuerzo para aumentar el gasto corriente principalmente en salud, de modo a garantizar que el Ministerio de Salud Pública pueda contar con los insumos y el personal de blanco necesarios para hacer frente a la enfermedad.
Recalcó que, por ahora, los ingresos en Tributación y en Aduanas reportan buenos resultados, pero que esperarán el vencimiento de los pagos de renta (IRP, Iracis, Iragro) que se dan en este mes y en abril, para luego tomar una decisión. Agregó que no descartan un nuevo decreto de racionalización del gasto, pero dijo que el efecto podría no ser el esperado, teniendo en cuenta que la mayoría de las medidas de contención ya fueron implementadas en el decreto reglamentario del Presupuesto.
“Estamos esperando a ver cómo impacta esta situación actual desde el punto de vista de los ingresos y ahí ver si es que llega la posibilidad de pedir (la ampliación del déficit), pero tenemos que hablar todavía internamente antes de llegar a eso”, expresó.
En ese sentido, Casco agregó que están finalizando los trámites para presentar al Congreso el proyecto de ley para modificar la Ley de Responsabilidad Fiscal (LRF). Si esta ley es aprobada en las próximas semanas, Hacienda podrá elevar el déficit sin pedir una autorización especial al Legislativo.
Autorización. La LRF establece que el tope máximo del déficit es del 1,5% del PIB, lo que totaliza unos USD 600 millones. No obstante, permite elevar el saldo rojo hasta un 3% del PIB en casos excepcionales, como en una crisis internacional que impacte en la economía interna.
El déficit se da cuando los gastos son mayores que los ingresos. En la situación actual ambas variables se ven afectadas por el avance del coronavirus, ya que se necesita aumentar el gasto público en salud para garantizar cobertura e insumos; mientras que el ingreso se vería afectado por el bajón comercial que podría darse por la suspensión de los eventos masivos y la merma en la importación, lo que finalmente impacta en el IVA, el tributo más recaudador del Fisco (ver infografía).
El año pasado, el Estado ya cerró con un déficit del 2,9%. El aumento se dio por autorización del Congreso y se explicó por la necesidad de seguir invirtiendo en obras para frenar la recesión.
Bimestre cerró con un saldo rojo del 0,1%
El informe de situación financiera del Estado (Situfin), presentado ayer por el Ministerio de Hacienda, indica que febrero cerró con un déficit acumulado del 0,1% del PIB, lo que equivale a unos USD 47,9 millones.
El reporte presentado por Viviana Casco señala que los ingresos tributarios crecieron a un ritmo del 6,6% y los gastos del 4,9%, aunque el superávit operativo (ahorro fiscal) es de apenas el 0,08% del PIB.
Por otra parte, la inversión llegó a los USD 80,1 millones, lo que equivale a un crecimiento del 64,8% con respecto al año pasado; mientras que los salarios se llevaron el 77% de los ingresos, cifra que bajó en 1 punto porcentual frente al 2019.