Gabo, como lo llamaban sus amigos y conocidos, nació un día como hoy, pero hace 91 años, en Colombia. A lo largo de su vida, llevó una intensa y sufrida carrera periodística, pero nada que la literatura y las palabras no puedan sanar.
Fue un impulsor del realismo mágico, así fue como nació Macondo, ese mítico pueblo donde todo puede pasar y la realidad latinoamericana se siente entre colas de cerdos, mariposas amarillas y la estirpe Buendía. Esta última familia fue la que lo llevó al sumun de su pasión y en 1982 le otorgaron el Nobel de Literatura, gracias a Cien años de soledad.
El colombiano recorrió varios países, así como periódicos del mundo, pero finalmente se asentó en México, donde en el 2014 falleció a causa de un cáncer linfático.
“Los seres humanos no nacen para siempre el día en que sus madres los alumbran, sino que la vida los obliga a parirse a sí mismos una y otra vez”, fue una de las frases que quedaron en la memoria colectiva y en quienes no desperdiciaron una sola de las hojas de cada libro, cuento o relato.
En homenaje al nobel colombiano, un doodle recreó Macondo. Frente a la Iglesia están ubicados los fundadores del pueblo: José Arcadio Buendía y Úrsula Iguarán. También aparecen el tren, que marca la llegada de una nueva civilización, y el navío que arriba a la selva. Los peces dorados del final de la obra navegan en la ilustración y una icónica mariposa amarilla le da el toque animado, informó el portal El Tiempo.