La Cámara de Alimentos y Bebidas del Paraguay (Cabe) lanzó la alerta y preocupación por la decisión unilateral del Gobierno uruguayo de exigir un etiquetado frontal para productos alimenticios envasados, que no respeta las normas del Mercosur.
Bernardita Gómez, vocera técnica del citado gremio, dijo a ÚH que hay preocupación en el gremio por esta decisión del presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, de establecer una medida que no está acorde con las normas del Mercosur, los acuerdos internacionales y “tampoco tiene evidencia científica, porque se basa en un modelo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), donde se asocia el aumento de la compra de alimentos envasados con el aumento de la obesidad”.
Apuntó que, justamente, en cuanto al tema de la obesidad es donde no hay evidencia científica que la respalde.
“No hay nada que evidencie científicamente que porque vos consumís alimentos envasados serás propenso a la obesidad”, enfatizó.
Añadió que las personas consumen categorías de alimentos envasados o procesados por la industria y alimentos preparados personalmente. “Entonces, consideramos que el hecho de etiquetar en el frente del envase solamente a los alimentos y bebidas industrializados es una medida un poco arbitraria”, lamentó.
GLOBAL. Gómez aclaró que la Cámara de Alimentos y Bebidas, al igual que la Organización Mundial de la Salud (OMS) y a nivel global, está también preocupada por el tema de la obesidad, que en los países de Latinoamérica tiene un porcentaje importante en adultos, niños y embarazadas.
Subrayó que el problema con el etiquetado frontal que por decreto estableció Uruguay y puso en vigencia plena por un lapso de 18 meses es el tema del límite que deberá ser establecido respecto a los nutrientes críticos como las grasas trans saturadas, azúcares y sodio.
Refirió que el etiquetado frontal deberá servir para que a primera vista se identifique al alimento alto en grasa, en sodio o azúcares. “Ahora, el problema es que este etiquetado frontal está encarado con un perfil, números o parámetros que no fueron consensuados en el Mercosur”, enfatizó.
Puntualizó que a partir de que “Uruguay estableció sus propios parámetros, según sus estudios de cantidad en Uruguay, y a su vez le da un símbolo negro que va a decir exceso en sodio o grasas, lo que hará es que el alimento envasado sea estigmatizado como algo insalubre”.