El ministro de la Oficina del Tesoro, Josh Frydenberg, indicó que bajo esta nueva norma, que este miércoles será presentada ante el Parlamento, las empresas tecnológicas tendrán la obligación de negociar un pago a los medios locales en contraprestación por los contenidos que publican en las plataformas de internet.
En el caso de que ambos no alcancen un acuerdo, el Gobierno designará a un intermediario para que decida el monto a pagar.
PAGO JUSTO. “La ley garantizará que las empresas de medios de comunicación reciban una remuneración justa por el contenido que generan, lo que ayudará a mantener el periodismo en Australia como interés público”, apuntó Frydenberg en un comunicado.
La medida tiene como objetivo mantener “la diversidad y sostenibilidad” del sector de la comunicación, e incluirá a las emisoras públicas.
Google y Facebook, que todavía no se han pronunciado frente a la presentación de plan, expresaron anteriormente sus reticencias a los cambios legislativos.
El ministro remarcó que la ley será aplicada inicialmente sobre Facebook NewsFeed y Google Search, aunque más adelante se podrían añadir otras plataformas en el caso de que “existan pruebas suficientes para establecer que crean un desequilibrio”.
La medida se da en respuesta a las recomendaciones de la Comisión Australiana de Competencia y Consumo plasmadas en diciembre de 2019 en un informe sobre el impacto de los buscadores y las redes sociales en el mercado publicitario y de los medios.
El informe destaca que las plataformas digitales en Australia concentraban el 51% del gasto publicitario en el 2017, tras doblar su participación en los cinco años anteriores a costa de las publicaciones impresas, que en el mismo periodo pasaron del 33 al 12% del gasto.
Facebook, la red social más popular en Australia, dispone de 17 millones de usuarios mensuales en el país, el 68% de su población, mientras que Instagram –la segunda con más seguidores y propiedad de Facebook– tiene 11 millones más.
Google acumuló en el 2017 el 90% del tráfico de búsqueda desde ordenadores en Australia y el 98% desde teléfonos móviles.
Australia, como otras organizaciones y gobiernos del mundo, está preocupada por la atracción de Facebook y Google de la mayor parte de los ingresos por publicidad digital en un espacio en el que no son los autores del material periodístico que publican.
Crisis
El mundo sigue de cerca esta iniciativa, habida cuenta de la grave crisis que atraviesan los medios en una economía digital, donde los ingresos publicitarios recaen cada vez más en Facebook, Google y otras firmas. Una crisis que se vio agravada por la pandemia de coronavirus.