Gustavo Gómez Portillo, de 27 años, fuera de sus compromisos como futbolista, incursiona en la ganadería, actividad que le apasiona. Cabaña La Gloria es una propiedad ubicada a pocos kilómetros del centro urbano de San Juan donde hizo una pausa para atender al periodista de ÚH de manera exclusiva, para una entrevista pautada con anterioridad.
”Te aclaro que no estoy dando entrevista a los medios porque es muy corta mi estadía aquí, por lo que aprovecho para disfrutar con mi gente y mis amigos, ya que es la primera vez que vengo a la cabaña desde que adquirimos el año pasado. Gracias a los trabajos realizados en los últimos meses, el sitio, aparte de las parcelas con animales, se ha convertido en un verdadero oasis donde tengo paz y tranquilidad para recargar pilas y volver al Brasil”’, dijo sentado alrededor de una mesa rústica, en medio de la hermosa quinta. El exitoso futbolista trata de aprovechar al máximo lo que económicamente le brinda el mundo deportivo. En ese sentido, también incursiona en el negocio inmobiliario con departamentos en Asunción, Encarnación, Buenos Aires y São Paulo.
GANADERO. Señaló que mediante el asesoramiento de uno de sus principales propulsores como futbolista, Agustín Chaparro, quien es veterinario, La Gloria ya está con la producción ganadera en 127 hectáreas parceladas con una infraestructura moderna para producir y vender animales de alta calidad. También está iniciando actividades ganaderas en el Chaco, donde adquirió una estancia. “La idea es invertir lo que genera el fútbol con el objetivo de dar trabajo a la gente y obtener rentabilidad”, subrayó.
Fuera de su mundo futbolero, Gustavo es un hombre normal. Comparte mucho tiempo con sus familiares de San Juan, sus amigos de infancia, sus asesores y su señora Jazmín Torres, también sanjuanina, y sus dos niños: Pia, de 4 años, nacida en Buenos Aires, y Lucca, de 5 meses, nacido en São Paulo.
“El fútbol profesional es muy exigente y mete mucha presión para el jugador, además da muy poco tiempo de descanso por la competencia intensa que hay todo el año, por eso uno trata de descansar y disfrutar al máximo de su familia y sus amigos”’, sostiene el defensor.
Gómez Portillo se inició en el 31 de Julio de San Ignacio, de manos del ex futbolista Carlos Guirland y del dirigente Agustín Chaparro. Desde San Ignacio ya integraba las selecciones Sub 17 y Sub 20 de la Albirroja. Fue llevado por el entonces técnico Gerardo Martino al Mundial de Sudáfrica 2010 integrando un cuadro sparring de la Albirroja. Jugó en Libertad en gran nivel, lo que le valió una transferencia al Lanús argentino donde se coronó campeón teniendo como compañero al ex cerro Miguel Almirón.
AMIGO. ”Miguel es uno de los mejores amigos que me dio el fútbol, hablamos constantemente y la espina que tenemos es no jugar todavía un mundial, pero tenemos mucha fe de estar en Qatar 2022 con nuestra querida Albirroja, de la cual soy capitán con mucho orgullo y respetando a todos mis compañeros”.
EL MILAN. De Lanús, siendo muy joven, dio el gran salto y fue transferido al poderoso Milan de Italia. “Para mí fue una gran experiencia jugar en Milan, donde coincidí con otros grandes defensores, por lo que no tuve continuidad, pero no me arrepiento y me sirvió mucho”, acotó. De Europa llegó a Palmeiras. “Yo quería salir de Milan y estaba por ir a otro club de media tabla en Italia, pero surgió lo de Palmeiras y es categórico que tomé la mejor decisión en el sentido de venir al Palmeiras y no ir a ese club que me quería contratar en Italia”, aseveró.
Sobre los últimos campeonatos logrados, entre ellos la Copa Libertadores, dijo que se siente muy feliz. “Y como capitán del Palmeiras siento un orgullo especial por ser paraguayo aunque debo reconocer que en nuestro equipo hay varios capitanes, yo llevo el brazalete, pero entre todos nos ayudamos”. Sobre el liderazgo en el Verdão, dijo que es algo natural en él porque desde que llegó le dieron ese papel.
“Desde pequeño me caractericé por ser líder en todos los equipos que jugué y cuando vine al Palmeiras me dieron la capitanía, yo digo seguramente respetando mi trayectoria y mis antecedentes de líder en los equipos en los que jugué”, manifestó. “Trato de ejercer ese liderazgo con personalidad y humildad”.
LA BANDERA. Cuando alzó la Copa con una bandera paraguaya en su espalda, dijo que sintió un gran orgullo de ser paraguayo y por eso se puso la tricolor.
“Creo que esa foto impactó bastante porque en realidad para mí era una ocasión para ponerme la bandera paraguaya por ser orgullosamente paraguayo”, consignó el capitán del Palmeiras y de la Albirroja.
LA ALBIRROJA. Sobre la situación actual de la Selección Nacional, tiene excelente perspectiva: “Si hoy terminan las Eliminatorias estamos en el Mundial. El partido contra Bolivia teníamos que ganar, pero por esas cosas del fútbol no pudimos. Tenemos un gran equipo, un buen técnico y el respaldo de los dirigentes y la afición, así que tenemos mucha fe de estar en Qatar”.
El futbolista solo tiene una semana de vacaciones que culminan hoy, por lo que está retornando para reincorporarse al Palmeiras, que tiene compromisos importantes como la final de la Recopa ante Defensa y Justicia, campeón de la Sudamericana.
El campeón de América y capitán albirrojo recibió a ÚH en su estancia.
Tenemos un gran equipo, un buen técnico y el respaldo de los dirigentes y la afición. Así que tenemos mucha fe de estar en Qatar con la Albirroja.
La idea es invertir lo que genera el fútbol con el objetivo de dar trabajo a la gente y obtener rentabilidad.
Gustavo Gómez