La idea es “que podamos tener de alguna manera una política que pueda beneficiar más a los pobres”, empezó diciendo Leonidas Iza, presidente de la Conaie en la reunión.
Unos treinta representantes de distintas organizaciones, incluida la Iglesia y la Defensoría del Pueblo, rodeaban la mesa de diálogo.
“Los pueblos indígenas realmente hemos sido insultados”, continuó Iza, líder de las protestas.
Unos 14.000 indignados protestan en Ecuador con un abanico de reclamos y una punta de lanza: Reducir precios de combustibles que encarecieron los fletes en las regiones agrícolas y llevó a los campesinos a cosechar a pérdida. El movimiento indígena y el gobierno sostuvieron un primer acercamiento en privado el sábado, del que no se conocieron detalles.
En medio del estallido social, el Parlamento debate desde el sábado la posibilidad de destituir al mandatario, Guillermo Lasso, a quien un sector de la oposición considera responsable de la crisis que vive el país desde el 13 de junio.
En la sesión que se instaló el sábado, ya expusieron sus puntos de vista varios asambleístas y en ella, el secretario jurídico de la Presidencia, Fabián Pozo, leyó un documento a nombre del jefe de Estado, en el que tildaba de “absoluta irresponsabilidad” con la ciudadanía la solicitud presentada en el Parlamento por legisladores afines al ex presidente Rafael Correa (2007-2017).
La petición de la destitución se presentó bajo la causal de grave conmoción interna debido a las manifestaciones contra el alto costo de la vida y las políticas económicas del Ejecutivo. La bancada Unión por la Esperanza (Unes), afín a Correa, invocó el numeral 2 del artículo 130 de la Constitución, sobre la posibilidad de destitución en caso de “grave crisis política y conmoción interna”.
Acosado por las protestas y el Congreso, Lasso ha cedido parcialmente en algunos de los reclamos. El jueves permitió a unos 5.000 manifestantes alojarse en la Casa de la Cultura, un lugar simbólico de los pueblos originarios.
El sábado puso fin al estado de excepción, bajo el cual los militares salieron de los cuarteles y se decretó un toque de queda nocturno en Quito.
Y el domingo redujo precios de combustibles, aunque no en la proporción que pedían los indígenas y que fue el detonante de la crisis.
Mientras tanto los cortes de ruta y la toma de más de 1.100 pozos en medio las manifestaciones tienen en jaque al petróleo, principal rubro de exportación. Si las protestas continúan, el país podría dejar de producir el oro negro en 24 horas, de acuerdo al gobierno.
Rebaja de precios “insuficiente”
La Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), consideró este lunes “insuficiente” la bajada en diez centavos de dólar en los precios de los combustibles que ya se encuentran congelados, anunciada el domingo por el jefe de Estado, Guillermo Lasso.En un mensaje a la nación, Lasso detalló que el precio de la gasolinas Extra y Eco País, de 85 octanos, bajará de 2,55 a 2,45 dólares por galón (3,7 litros), mientras que el diésel se reducirá de 1,90 a 1,80 dólares por galón.
El gobernante no hizo mención al precio de la gasolina Súper de 92 octanos, la única que tiene el precio liberalizado y que actualmente cuesta alrededor de 4,50 dólares por galón. La bajada del coste es una de las principales demandas de la Conaie, que el 13 de junio inició una movilización que se ha caracterizado por el corte de carreteras, el bloqueo de vías, que ha provocado problemas de abastecimiento en ciertos sectores. EFE
El Gobierno ecuatoriano y líderes indígenas buscaban anoche en Quito una salida a la grave crisis que vive el país, inmerso en una ola de protestas por la suba de combustibles.