Ginebra, considerada ciudad de la paz y de los derechos humanos, se prepara a toda máquina para acoger la cumbre entre los presidentes de EEUU, Joe Biden, y de Rusia, Vladímir Putin, que requerirá un enorme despliegue de seguridad y medidas sanitarias para evitar cualquier riesgo vinculado al Covid-19.
La ciudad Suiza, sede de decenas de agencias de Naciones Unidas y oenegés, está acostumbrada a acoger grandes eventos multilaterales, aunque desde hace más de un año esa actividad ha quedado casi paralizada por la pandemia, por lo que la cumbre Biden-Putin marca su regreso a la alta diplomacia. Pero la primera reunión bilateral entre Putin y Biden es también para Ginebra un recuerdo de los años en los que la ciudad era el centro de negociaciones, tanto públicas como secretas, de la Guerra Fría.
En los años 80 del siglo pasado, cuando la ciudad era un hervidero de negociaciones de paz pero también del espionaje, Ronald Reagan y Mijaíl Gorbachov celebraron su primer encuentro en esta ciudad a orillas del lago Lemán, en 1985. Las autoridades revelaron que destinará alrededor de 3.000 agentes policiales a garantizar la seguridad del magno evento. EFE