En una entrevista con el Journal du Dimanche (JDD), la ministra reafirmó las “líneas rojas” de Francia: “Una cláusula de salvaguardia agrícola específica”, “medidas espejo” que impidan la importación a Europa de productos agrícolas que incumplan las normas sanitarias y medioambientales europeas y un refuerzo de los controles sanitarios.
En cuanto a la cláusula de salvaguardia, Genevard insistió en la idea de “poder accionar un freno de emergencia si, por ejemplo, el sector se viera amenazado por una caída masiva de los precios relacionada con una afluencia de productos importados”.
La ministra dijo que estará atenta a los puntos que, según ella, quedan por aclarar, como “¿Quién decide? ¿Quién lo verifica? ¿En cuánto tiempo? ¿Qué criterios activan el mecanismo?”.
El Gobierno francés está examinando los documentos y se pregunta también, dijo, si “¿es este dispositivo realmente eficaz y protector para nuestros agricultores?”.
En estas dudas, Francia no se siente sola, añadió la titular de Agricultura, y citó a Polonia, Austria, los Países Bajos, Irlanda y Hungría.
Recalcó que mientras todas las garantías que exige el Gobierno francés “no estén por escrito, validadas y aceptadas por nuestros socios del Mercosur, Francia mantendrá su posición” contraria.
El pasado jueves, Macron se mostró en Brasil “bastante positivo” sobre la posibilidad de aprobar el acuerdo, aunque matizó que Francia se mantendrá “vigilante”, lo que generó fuertes críticas de parte de los partidos políticos y del sector agrícola francés.
Ese mismo día, desde México, el jefe del Estado trató de calmar los ánimos y señaló que Francia “sigue esperando respuestas claras” antes de dar su visto bueno al acuerdo.
El pacto con Mercosur, cuyo proyecto de acuerdo fue validado por la Comisión Europea el pasado 3 de septiembre y ahora debe ser aprobado por los 27 Estados miembros tras una negociación de décadas, supondría facilitar la exportación de mercancías producidas en la UE –como coches, maquinaria o alcohol– a los países integrantes de Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay), a cambio de facilitar la importación en el club comunitario de productos sudamericanos como la ternera, el azúcar, el arroz o la soja.
MULTILATERALISMO. El presidente brasileño, Lula da Silva, dijo ayer que la posible firma en diciembre del acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea (UE) mostrará el rechazo de ambos bloques al unilateralismo, en el discurso que pronunció en la instalación de la IV Cumbre CELAC-UE. “Tenemos un enorme potencial de profundizar nuestros lazos económicos. El acuerdo Mercosur-UE prueba que es posible fortalecer el multilateralismo también en el frente comercial”, afirmó.
Dijo esperar que el acuerdo sea firmado en la Cumbre que los miembros del Mercosur tendrán el diciembre próximo.
“Espero que los dos bloque puedan finalmente decir sí al comercio internacional basado en reglas como respuesta al unilateralismo”, aseguró en alusión a la guerra comercial global desatada por Donald Trump.