La Cámara de Diputados presidida por el diputado Raúl Latorre, pese a la serie de hechos que tiene como referencia el nepotismo, los contratos masivos bajo la mesa, el despilfarro en personal, también suma la “categoría” a la que el funcionario se puede abocar además de las ya conocidas para sortear todo control sobre presentismo en la Cámara. Dicha figura se denomina comisión de servicios, la que sería la puerta perfecta al planillerismo para evitar todo tipo de control interno.
El formulario F-04, así se conoce en los pasillos de la Cámara, este permiso especial proveído por la Dirección de Gestión del Personal, dependiente de la Dirección General de Recursos Humanos.
El documento de “comisión de servicios” es muy ambiguo y da pie a que el superior directo del funcionario que lo solicita pueda firmarlo por dos razones, o por pedido del funcionario para tapar algunas faltas, como llegada tardía reiterada en la Cámara, la cuarta es pasible de sanción u otras actividades que serían imposibles justificar en el sector privado o, simplemente, para formalizar el planillerismo.
También se puede dar de forma vertical, es decir, que sea el jefe superior directo quien con aval de los directores que según el facsímil también deben dar la anuencia, recurra a algún funcionario a que realice gestiones particulares que no contemple la Cámara. Casos se han dado, como cuando el ex diputado Tomás Rivas había utilizado a funcionarios como sus caseros.
La Comisión de Servicios no discrimina entre categoría de funcionario, puesto que lo pueden solicitar un permanente, un contratado y también el comisionado. Debe indicar la hora “de y hasta” y también la fecha.
Este permiso especial, que se justificaría en actividades oficiales fuera y encargadas por la Cámara, no obstante, estaría siendo bastardeado y utilizado directamente para tapar el ausentismo de varios funcionarios, en algunos casos por un mes, sin perjuicio de que se vuelvan a renovar.
A silencio. Toda la cúpula de la Cámara Baja se mandó a silencio, en especial su titular, el diputado, Raúl Latorre. Tampoco responde a la consulta alguna, el director de RRHH, interino que había anunciado Latorre cuando se burló diciendo que contrataría otros 50 funcionarios, cuando que solo bajo su gestión ya ingresaron unos 300.
Buscamos saber con el director en cuestión, Máximo Medina, sobre la vigencia del formulario F-04 en medio de denuncias de nepotismo y planillerismo, pero no atendió al cierre de esta edición.