Como muchas grandes potencias mundiales, Brasil sufrirá el impacto de la caída generalizada de su actividad económica, que golpeará también los niveles de empleo, pero la contracción está incluso por encima del promedio de América Latina.
MUNDO. El FMI pronostica que la economía mundial se retraerá 3%. Prevé, no obstante, que en 2021 la principal economía latinoamericana, que viene de un magro crecimiento de 1,1% en 2019, vuelva a crecer a un nivel de 2,9%.
En una rueda de prensa, la economista jefe del FMI, Gita Gopinath, explicó que el país fue afectado por varios golpes de forma simultánea: el colapso de los precios de las materias primas, el menor crecimiento en sus socios comerciales y el impacto de la epidemia misma. El Gobierno de Jair Bolsonaro, bajo la batuta económica del ministro de Economía Paulo Guedes, busca implantar un paquete de reformas estructurales que deben pasar por el Congreso.
El control de la epidemia quizás implique un mayor gasto y ya obligó al banco de fomento de Brasil (BNDES) a inyectar unos 11.000 millones de dólares en liquidez a través del sistema financiero del país a fines de marzo.
A mediados de marzo, vislumbrando los efectos de la crisis, el Banco Central de Brasil (BCB) recortó su tasa básica de referencia Selic en 0,5 puntos porcentuales, marcando a un nuevo mínimo histórico de 3,75%.
Gopinath destacó la importancia de llevar a cabo las reformas en el mediano plazo, una vez que superada la emergencia sanitaria. AFP