El pasado 12 de agosto, en conferencia de prensa, el embajador de los EEUU en Paraguay, Marc Ostfield, designó como significativamente corruptos a Velázquez y a Duarte, por supuestamente ofrecer USD 1 millón como un soborno “para obstruir una investigación que amenazaba al vicepresidente y sus intereses financieros”.
La fiscala Alcaraz explicó que el embajador refirió que cuentan con información creíble de que habría un ofrecimiento de dinero dirigido a un funcionario público.
Estas declaraciones se derivaron a un análisis técnico jurídico para evaluar si ameritaba una investigación y a raíz de eso se inicia la causa.
Ya se formuló a EEUU un requerimiento de cooperación jurídica a través del fiscal de Asuntos Internacionales, Manuel Doldán, ya que la Fiscalía es la autoridad central en materia de la Convención de las Naciones Unidad contra la Corrupción.
Alcaraz mencionó que en lo que dijo el embajador Ostfield no se exponen las circunstancias en que se produjo ese ofrecimiento de dinero.
La investigación trata específicamente sobre hechos de corrupción y podría ser eventualmente soborno, detalló Alcaraz.
VÍNCULOS. Velázquez, ex precandidato a la presidencia, fue vinculado en varias ocasiones con personas que integrarían grupos criminales.
Hay fotos que muestran un viaje al Líbano en el 2015, cuando se reunió con los principales líderes del movimiento terrorista Hezbollah, entre ellos varios de apellido Hijazi.
Esto ocurrió siendo Velázquez presidente de la Cámara de Diputados. En las fotos se lo ve con el líder espiritual del Hezbollah, Sayid Ali Hijazi; con Abdel Majid Saleh, miembro del Parlamento Libanés, representante del islamismo chií, según el medio israelí Aurora. Además de eso, tanto Velázquez como Duarte fueron fotografiados en 2016 en un yate junto al libanés Walid Amine Sweid, señalado de malversar USD 1.200 millones. En las imágenes se ve a otros hombres; sin embargo, Velázquez negó que fueran sus amigos.
Walid habría creado 41 empresas con las que realizaba lavado de dinero. Walid Amine Sweid sería uno de los presuntos financistas del grupo terrorista Hezbollah, que supuestamente remesaba dinero desde la Triple Frontera.
Además, Kassem Mohamad Hijazi fue investigado por Velázquez y Duarte cuando eran fiscales en el Alto Paraná, en el 2004, por evasión. Sin embargo, en el 2008 ya no siendo agentes en el caso, el ahora extraditado fue blanqueado en un juicio, por supuestas irregularidades en las diligencias.