Para la fiscala Sandra Quiñónez -una de las personas que más investigaron al Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP)- este grupo está creciendo desde hace varios años de forma sostenida y ya hay evidencias de que está reclutando a niños para adoctrinarlos y entrenarlos para la lucha armada.
“No podemos descartar que están reclutando niños, existen fotografías y lentamente están agarrando a niños muy vulnerables”, señaló la fiscala antisecuestro durante una entrevista mantenida ayer con Radio Primero de Marzo.
Sobre el punto, la agente resaltó que le llama mucho la atención que muchas de las denuncias de supuestas bombas colocadas por el EPP en los últimos meses en la zona norte del país provienen de niños.
En ese sentido, Quiñónez sostuvo que es urgente una mayor presencia del Estado en las zonas de influencia del EPP, principalmente en el departamento de Concepción, para evitar que más jóvenes sean reclutados por el grupo armado. Resaltó la necesidad de más escuelas y hospitales en las localidades en cuestión.
UNA CÉLULA. Ya en contacto con ÚH, la fiscala Quiñónez indicó que existiría una célula del EPP dedicada exclusivamente a captar adeptos principalmente jóvenes. De ahí proviene el temor de los investigadores que existan niños entre los reclutados por los miembros del grupo armado.
La fiscala señaló que hasta ahora no se puede saber quiénes serían los nuevos jóvenes adeptos. No obstante, sostuvo que es necesario prevenir que pobladores jóvenes del Norte del país se vean atraídos a pertenecer a la banda criminal.
EL PLAN. Por otro lado, la fiscala Quiñónez indicó que el EPP está creciendo de acuerdo a lo establecido en el manual del grupo hallado en julio del 2003, cuando en Sanguina Cué fue allanada la vivienda de Carmen Villalba.
“El grupo continúa con su libreto. Sostengo que sigue el manual que se encontró el 16 de julio de 2003, ellos siguen su libreto. Lo que pasa es que no se quiere hacer caso a su manual. Están haciendo por etapas” expresó.
Ya en julio de este año, luego de denuncias sobre la presencia del grupo en el Chaco, Quiñónez recordó que la expansión hacia el Chaco es parte del plan del EPP desde hace varios años.
“Dicen que no es zona del EPP, pero el grupo tenía en sus planes ir hasta el Chaco. Eso estaba en los planes, desde antes de que se llame EPP. Ellos habían estudiado la forma de ir hasta el Chaco. Había gente destinada a hacer ese trabajo”, recordó la fiscala.
CRECIMIENTO. Con respecto a la expansión de la banda, la fiscala admitió que los últimos procedimientos llevados a cabo por los organismos de seguridad no tuvieron resultados positivos.
“El EPP creció y lo hizo de una manera considerable, tanto en la parte armada como en lo logístico (...) Lastimosamente no se están teniendo los resultados favorables (...) acá no podemos echar la culpa unos a otros (...) desde que todos no creyeron en el secuestro de Debernardi, el EPP creció", indicó la agente de la unidad antisecuestro del Ministerio Público.
EL GRUPO YA MATÓ A 17 PERSONAS
Del 2004 a esta parte, el EPP ya mató a 17 personas, entre ellas 8 policías y 9 civiles. La primera víctima del grupo armado es Cecilia Cubas, secuestrada en setiembre del 2004 y hallada muerta en febrero del 2005.
En enfrentamientos ocurridos principalmente en los departamentos de Concepción y Canindeyú, la banda ya mató a 8 policías. Esto es solamente en los crímenes que la Policía adjudica oficialmente al grupo armado.
El último crimen de la agrupación ocurrió el 4 de setiembre pasado, cuando Eusebia Maíz fue asesinada supuestamente por ser una informante de la Policía. Esa tarde, el suboficial Alexis Acosta fue herido en un ataque a la comisaría de Azotey. Días después, el agente falleció.