05 may. 2024

Falta de control e inconsciencia son la mayor causa de accidentes

Ni siquiera las limitaciones de movimientos impuestos por la pandemia del coronavirus lograron disminuir significativamente la racha de accidentes de tránsito, en donde los motociclistas siguen liderando la imprudencia y sus efectos dañinos. En el 2019, antes de la pandemia, se registraron 15.372 accidentes de tránsito en el país, de los cuales 11.231 fueron en moto. En el 2020, ya con la crisis del Covid-19, se registró una muy ligera disminución, con 13.195 accidentes, de los cuales 9.944 fueron de motociclistas. Tras la apertura gradual, el problema sigue. El 46% de los pacientes que ingresan al Hospital de Trauma presentan signo de estado etílico o consumo de algún estupefaciente. La inconsciencia de quienes transitan por la vía pública y la falta de un control efectivo por parte de las autoridades constituyen la principal causa de una situación que enluta a tantas familias.

Ni siquiera las restricciones impuestas en los primeros meses de la pandemia de coronavirus, que limitaron la circulación por calles, avenidas y rutas del país, lograron reducir los accidentes automovilísticos, muchos de ellos con derivación fatal.

Comparado con los datos que se tienen de 2019, en que se registraron 15.372 accidentes de tránsito en todo el país, las cifras del 2020, año en que se desató la crisis del Covid-19, fueron un poco menor, aunque igualmente significativas, de 13.195 casos de accidentes registrados, tanto que la problemática de los choques y los daños relevados en la vía pública y sus graves consecuencia para la salud pública pasaron a ser conocidos como “la otra pandemia”.

En ambos casos, las cifras registran como principales protagonistas a los motociclistas. De los 15.372 accidentes del 2019, antes de la pandemia, 11.231 fueron en moto, mientras que, en el 2020, ya con las limitaciones por la crisis sanitaria, de los 13.195 accidentes relevados, 9.944 fueron también en moto.

Este año, aunque todavía no existen cifras totales, el número de accidentes ha crecido mucho más. Tan solo en las últimas semanas se produjeron numerosos casos de choques, muchos de ellos con derivación fatal. Pareciera que, en la medida en que se van levantando las restricciones de la pandemia, mucha gente sale descontrolada y a gran velocidad en sus vehículos, poniendo en riesgo no solamente su propia vida sino también las de los demás.

Según un informe dado a conocer ayer por este diario, el 46% de los pacientes que ingresan al Hospital de Trauma, en Asunción, presentan signos de estado etílico o consumo de algún estupefaciente.

El director del centro asistencial, el médico Agustín Saldívar, ha indicado que una de las primeras causas es la alta velocidad, sin tener en cuenta que la circulación es por zona urbana, rural, ruta internacional o caminos vecinales. También destacó la debilidad en los controles, que aumenta la impunidad para quienes ocasionan accidentes. Además, citó la mala calidad del estado de las calles y la ausencia de señalizaciones, indicando que existe una considerable informalidad en la obtención del registro de conducir y la falta de control técnico-vehicular al otorgar este documento.

Son varios factores que deberían merecer una atención más urgente de las autoridades, tanto de la Patrulla Caminera, a nivel central, como de los policías de tránsito de los municipios, pero las búsquedas de soluciones también deben merecer la atención de la Fiscalía, del sistema de Justicia y del sector educativo.

La inconsciencia de quienes transitan por la vía pública y la falta de un control efectivo por parte de las autoridades constituyen la principal causa de una situación que sigue enlutando a tantas familias. Es tiempo de emprender acciones más efectivas. No debemos permitir que, además de las muertes causadas por el Covid-19, sigamos sufriendo el flagelo de las muertes causadas por la otra pandemia, la de los accidentes de tránsito. Esta otra pandemia también requiere de vacunas, que son una mejor educación vial y un control más efectivo en las calles, avenidas y rutas del país.

Más contenido de esta sección
A poco más de dos semanas del inicio de las clases en las instituciones educativas oficiales, nos encontramos frente a un desolador y conocido panorama: el abandono de las escuelas públicas. En un rápido recorrido de UH por algunos establecimientos se comprueban pisos hundidos, techos con goteras, letrinas en vez de baños, sin acceso a energía eléctrica o agua potable. Ese es precisamente el estado de la educación pública en el Paraguay, un país desigual que les niega las mínimas oportunidades a sus niños y jóvenes.
Nos encontramos en medio de una nueva epidemia, esta vez es el dengue y la peor noticia, además del costo de vidas que está teniendo es el hecho de que se trata del mismo vector: el Aedes aegypti. Muy pronto la población y las autoridades olvidaron el impacto que tuvo dicho mosquito con la anterior epidemia, aquella vez de chikungunya, que dejó no solamente un tendal de fallecidos, sino además personas que sufrieron largas secuelas de la enfermedad. Resulta inaceptable a estas alturas que un mosquito siga causando crisis en nuestra salud.
No sé el motivo por el cual Hernán Rivas es tan importante para Honor Colorado. El hombre pasea su insolencia por los tres poderes del Estado con total impunidad y, pese a las evidencias de su impostura, sigue disfrutando de una inalterable protección política
A pesar de que ya se había advertido, desde el año pasado, que el verano podría llegar con una epidemia conjunta de dengue y covid-19, poco se ha hecho para evitar las terribles consecuencias de una nueva crisis en el sistema de salud. Las predicciones se están cumpliendo, atendiendo a los datos de Salud Pública; por semana se están contando los casos de Covid-19 y dengue con un aumento del 30%. Mientras, los servicios ya están comenzando a colapsar, mostrando preocupantes imágenes de pacientes en las urgencias aguardando ser atendidos.
El pasado miércoles Nenecho Rodríguez tomó la decisión más aplaudida desde que es intendente de Asunción: Suspendió sine die la vigencia del estacionamiento tarifado de la empresa Parxin.
Hasta hace unos días, creía que el término “nepo baby” era un neologismo creado localmente a raíz del actual escándalo de nuestro Parlamento. Wikipedia me informa que ya fue tendencia en TikTok en 2022, pues fue la palabra con la que los usuarios señalaban a los que se volvían famosos simplemente por ser hijos de artistas famosos.