En los años 60 fue el responsable de crear exuberantes carrozas para las comparsas del carnaval capitalino, para los clubes Olimpia, Cerro y Sol de América.
El trabajo con el hierro lo aprendió siendo niño, gracias a su padre, Gabriel Alsina, quien le enseñó a moldear faroles. Y fue en la época del Gral. Higinio Morínigo (1897-1983) que le cupo decorar el Palacio de Gobierno. “Despedimos a un gran artesano, recordando que donde haya un farol iluminando una calle asuncena, este ha sido una creación suya, hecha con amor y paciencia”, señala Félix Manuel Argüello, sobrino del artista.