En el 2019, este país adquirió 212.279 toneladas de maíz, cifra superior a las 95.564 toneladas del año anterior, convirtiéndose así en el quinto mejor destino del cereal que se produce en nuestro país.
Paraguay exportó en el último año 3.115.814 toneladas de maíz a 15 destinos de los 53 mercados que tiene abierto para este rubro, de acuerdo a datos proveídos por la Red de Inversión y Exportaciones.
El principal comprador se encuentra en la región, se trata de Brasil, con una participación de casi 50%, en tanto que le siguen en la lista Corea del Sur, Chile, Uruguay y Arabia Saudita.
El protagonismo se lleva el país vecino, que también es un importante productor de maíz y que el año pasado demandó bastante cereal para alimentar a los cerdos de exportación.
En tanto que el mercado árabe es una referencia de cómo está creciendo la relación comercial con esa zona de Asia, más aún porque ahora está negociando la compra de carne bovina.
Hasta el momento aprobó a tres frigoríficos, aunque falta cerrar las condiciones de precios y cortes.
Nuevo cliente. Arabia Saudita se convirtió en cliente del maíz paraguayo en el 2018 y por segundo año consecutivo se destacó entre los principales compradores en el 2019, cuando pagó USD 34,1 millones, por encima de los 15,1 millones del año anterior (ver infografía).
Otro país árabe que importó granos, pero que fue bajando su participación en las compras, es Egipto, con casi 32 toneladas.
En cuanto a las expectativas del maíz para este 2020, se espera repetir los números de la campaña anterior.
En el caso de Paraguay, casi la totalidad de los cultivos pertenecen a la zafriña, que se realiza en el mismo suelo que la soja luego de su cosecha.
“Tenemos mucha esperanza en el maíz zafriña, esperamos cerca de 1 millón de hectáreas que se planten este año”, expresó al respecto el vicepresidente de la Unión de Gremios de la Producción y titular de la Cámara de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas, José Berea.
Una amenaza para cumplir con la meta es el atraso del calendario agrícola que arrastra la soja debido a la sequía de setiembre del año pasado.
Como consecuencia se extiende el periodo de cosecha, lo que a su vez dificulta el cultivo del maíz en el tiempo justo para evitar las heladas de junio.
Es posible que este riesgo empuje a los productores a elegir en su lugar el trigo, que tiene más resistencia al frío.
