El proyecto, con media sanción de Diputados, lleva varias semanas para ser dictaminado en la Comisión de Relaciones Exteriores donde el miércoles pasado volvió a postergarse su tratamiento.
Esta semana, concretamente el jueves, tendrá sanción ficta o automática. De darse esto, el Ejecutivo podría vetarlo y el veto tendrá que someterse a consideración de ambas cámaras. De respetarse los plazos, el asunto aún podría ser definido durante el presente periodo legislativo.
Si no, quedará a criterio de quienes fueron electos para integrar las respectivas cámaras, desde el 1 de julio, por 5 años. En ese caso, es aún más incierta la suerte que vaya a correr el convenio suscripto en 2016 por el entonces ministro de Educación, Enrique Riera, quien fue reelecto el domingo 30 de abril como senador, aunque esta vez como partidario de Honor Colorado (cartista). Tal convenio de financiación también había suscripto el embajador Eladio Loizaga, entonces canciller, y el embajador Alessandro Palmero, jefe de Delegación de la Unión Europea (UE) en Paraguay. De prosperar por la vía legislativa la suspensión unilateral del convenio, tendrá un impacto negativo en la imagen exterior del país, considerando que en 30 años de las relaciones diplomáticas entre la UE y el Paraguay, esta será la primera vez que un país rechaza, de este modo, una cooperación financiera no reembolsable del bloque europeo, dirigido a apoyar el presupuesto y las acciones del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), otorgado a pedido del Gobierno paraguayo.
Una decisión de esta naturaleza sembrará además la desconfianza hacia el país, porque no se respetaron las cláusulas del acuerdo, que establecen las causas por las que las partes pueden pedir que se suspenda la totalidad o parte del convenio.
Entre esas causas figura el incumplimiento por parte, en este caso, del socio (Paraguay) de una obligación relativa al respeto de los derechos humanos, los principios democráticos y el estado de derecho, así como en casos graves de corrupción o si el socio ha cometido una falta grave de carácter profesional, comprobada mediante cualquier medio justificado. Ninguna de estas causas tienen lugar en estos momentos.
Menos aún podría suspenderse considerando que de los 38 millones de euros no reembolsables, ya se ejecutaron 5 millones y la suma comprometida para este año 2023 son 8 millones de euros. Otro aspecto es que si Paraguay rechaza la ayuda financiera, otros países capitalizarán la cooperación. Además, al procederse como lo están haciendo los legisladores, que sostienen que el convenio contraviene principios constitucionales vinculados con la vida y la familia, otros organismos multilaterales y otros cooperantes pensarán varias veces antes de aprobar una donación para el Paraguay. En estos momentos la expectativa está puesta en el Senado y en la posible sanción ficta del proyecto que plantea dejar sin estos fondos a los escolares del país.
38
millones de euros no reembolsables es el monto que, de derogarse el convenio con la UE, perderá el país.
Tema de los provida y profamilia, en la reciente campaña electoral
El convenio con la Unión Europea estaba ejecutándose con total normalidad, hasta que prematuramente se activaron las internas partidarias y el sector cartista del Partido Colorado instaló como eje la defensa de la vida y de la familia.
Se enfocaron en el convenio firmado en el 2016 con la UE, cuando gobernaba Horacio Cartes y era ministro de Educación Enrique Riera. Entonces, se había aplaudido el acuerdo. Con apoyo de organizaciones de la sociedad civil y padres de familia porque alegan que plantea la ideología de género. Hasta ahora han sido en vano las reiteradas aclaraciones del embajador Javier García de Viedma, jefe de la Delegación de la EU en Paraguay, explicando que el bloque europeo coopera de acuerdo con las necesidades que un Gobierno le expone, pero que, como en este caso, no se involucra en el contenido de lo reforma educativa. El presidente Mario Abdo Benítez anticipó que vetará la ley que pretende dejar sin efecto el convenio.