En medio de un difícil panorama para las finanzas públicas, tras una sequía que golpeó duramente al campo y el conflicto entre Rusia y Ucrania, lo que disminuyó las previsiones de recaudación por el menor aporte del sector agro y la reducción de tasas para contener el precio el combustible, el denominado gasto tributario crecerá en G. 108.855 millones (USD 15,3 millones) el ejercicio entrante. En términos porcentuales, el incremento es del 2,7%.
En nuestro país existen actualmente alrededor de 64 incentivos o beneficios que tienen como fin reducir la carga impositiva para diversos sectores económicos, principalmente sobre el impuesto al valor agregado (IVA) y los impuestos a la renta (IRE e IRP), según estudios del Centro Interamericano de Administraciones Tributarias.
De acuerdo con el proyecto de PGN 2023, las mayores exenciones se dan en concepto del IVA, por un total de G. 2,6 billones. También se estipulan beneficios en el impuesto a la renta de personas y empresas, y en derechos aduaneros.
En comparación al Producto Interno Bruto (PIB), las exoneraciones alcanzan el 1,33% (ver la infografía).
Sustitución. El monto que el Fisco tiene previsto dejar de recaudar en el 2023 es incluso mayor que el endeudamiento que asumirá por la emisión de bonos.
Según el PGN entregado al Parlamento, el Tesoro emitirá sus títulos por valor de USD 548 millones, para el repago del pasivo próximo a vencer y para financiar inversiones en infraestructura. Esto es menor en G. 248.981 millones (USD 35,2 millones) a los incentivos o exenciones que se otorgarán el año que viene.
Si la comparación se hace con el total de ingresos tributarios, se puede ver que las exoneraciones representan el 13% de todos los impuestos que entrarán a las arcas del Estado; mientras que si la comparación se hace con el plan de gastos de algunos entes claves, se observa que el nivel de las exoneraciones podría cubrir el 58% del presupuesto del Ministerio de Obras Públicas (MOPC) o el 51% del Ministerio de Salud.
Precios e inversiones. Desde el Ministerio de Hacienda remarcaron que los beneficios fiscales tienen como fin reducir precios de productos elementales y aumentar la inversión privada.
En ese sentido, la cartera alega que en el IVA, esto se puede comprobar en la disminución de artículos de la canasta básica y medicamentos, que tributan en la actualidad el 5%. Hasta este 2022, también pagaban ese porcentaje los gastronómicos, alquileres y eventos, entre otros.
Además, en renta, el objetivo es incentivar la inversión privada, con regímenes aún con mediana deducibilidad.
Finalmente, valoraron que el gasto tributario disminuirá en 2023 en relación al PIB. Esto, debido a que ese año, las exoneraciones representan el 1,33% del PIB, lo que implica una reducción de 8 puntos básicos frente a lo previsto para este 2022.
Revisión pendiente
Mario Abdo Benítez, al asumir en 2018, había anunciado que iniciaría un proceso de revisión de fondo de las exoneraciones, ya que muchas de ellas beneficiaban a grupos económicos de alto nivel o se convertían en beneficios “eternos”.En ese sentido, si bien en la reforma del 2019 se eliminó una serie de deducciones en IRP e IVA, quedó pendiente un examen más profundo sobre los resultados de estos incentivos.