El máximo valor se llevó una vaca que se remató a 12 cuotas de G. 2.200.000 mientras que en vaquillas la más cara se vendió a G. 14.400.000 divididos en 12 pagos.
El presidente de Aprole, Hugo Kehler, calificó de exitoso el remate, especialmente por el sacrificio que representa trasladar razas lecheras hasta la Expo. “Llevan genética de punta del país, que es la misma que usan en Argentina, Uruguay o Estados Unidos. En dos casos llevan vaquillas preñadas”, garantizó acerca de las ventajas que lograron los compradores.
La gran campeona de la raza Holando es del propietario Heinrich Peters, mientras que Jaime Boufleur se llevó dos premios.