Algunas veces he preguntado a diferentes personas si sienten de alguna manera que en el Paraguay somos colonia. Y la respuesta ha sido el silencio. “No entiendo”.
Ser colonia significa que hay una nación más fuerte que nos domina en algunos aspectos importantes. A esa nación llamamos imperio.
El norteamericano James Petrás ha escrito en Rebelión unos párrafos que indirectamente nos pueden ayudar a pensar.
Vive en un Imperio, aunque se opone a él. Y su queja es que los Movimientos Antiimperialistas del Mundo (AIM) han perdido fuerza.
Y da una explicación.
“En las tres últimas décadas los Estados Unidos han intervenido, invadido y conquistado a varios regímenes dictatoriales independientes entre ellos Iraq, Afganistán, Siria, Libia, etc... y prácticamente no ha habido oposición masiva de las AIM”.
“En estos momentos el imperialismo occidental está involucrado en una guerra política y económica para dominar o derrocar a países autoritarios en crisis. Mientras tanto el silencio de los AIM es casi absoluto”.
“¿A qué se debe la ausencia de solidaridad y oposición de los AIM a la depredación ejercida por las potencias occidentales?”.
Síntesis de la respuesta de James Petrás. “Los AIM no acaban de entender que las guerras imperiales y de conquista imponen penas mucho más graves y duras que los dictadores gobernantes locales”.
Para James Petrás las razones para que los AIM desafíen el imperialismo son muchas y profundas.
“El imperialismo estadounidense está en pleno saqueo y destrucción de Turquía, Venezuela y Nicaragua, debilitando y haciendo todo lo posible por derribar a sus respectivos gobiernos. En Brasil, Washington ya ha promovido un régimen cliente e intenta amañar las próximas elecciones encarcelando y descalificando al candidato más importante, el líder de centro-izquierda Lula Da Silva”.
“El presidente Trump ha decretado sanciones económicas contra Turquía para profundizar la crisis económica de ese país y hacer que Ankara renuncie a su política independiente respecto de Irán y Rusia”.