El féretro del extinto líder del autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), Osvaldo Villalba, ya estaba por ser exhumado, en horas de la tarde, cuando los familiares deciden llevarlo frente al Buen Pastor, presionando para que se permita el ingreso del ataúd, exigiendo un derecho que ellos (el EPP) niegan a sus víctimas y familiares que piden encarecidamente datos de los secuestrados Edelio Morínigo, Félix Urbieta y Óscar Denis.
Pedían que su hermana Carmen Villalba, recluida en el lugar, pudiera darle el último adiós. Carmen cumple una pena de 17 años por intento de homicidio del comisario Merardo Palacios. Antes cumplió una condena de 18 años por el secuestro de María Edith Bordón de Debernardi.
El hecho derivó en la sustitución del flamante ministro de Justicia Édgar Taboada (ver material adjunto) y de la directora del Buen Pastor, Marian Vázquez.
Confusión. Primeramente, el permiso para el ingreso del féretro fue denegado, porque los familiares se habrían plantado en el sitio sin tener autorización. Luego fue concedida la autorización para que el féretro ingrese por cinco minutos al lugar de reclusión.
Trascendió que Carmen, recluida en un sector de máxima seguridad, exigió la entrada del cuerpo de su hermano hasta el centro penitenciario.
Las autoridades no dieron a conocer el motivo de la autorización, pero se habría hecho para evitar que la mujer impulse un amotinamiento en el lugar.
De esa manera, el féretro estuvo unos minutos en la celda de Carmen, luego de un gran desorden que produjo un atascamiento del intenso tráfico vehicular en la zona, para más tarde proceder al entierro del líder del irregular grupo armado que fue abatido el domingo pasado, en medio de un enfrentamiento con efectivos de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), y tras el asesinato de dos indígenas, en la zona de Cerro Guazú, Departamento de Amambay.
IDENTIFICADO. Por otra parte, los fiscales que investigan el enfrentamiento que se dio en el Norte confirmaron la identidad del supuesto miembro de la banda criminal que fue abatido en la zona de Cerro Guazú.
Se trata de Edison Gauto, un adolescente de 17 años, que según datos manejados por los investigadores pasó a formar parte del grupo armado hace un tiempo.
Su padre, un líder de la comunidad Yvy Poñy, llegó hasta Asunción para el reconocimiento del cuerpo, explicaron los intervinientes.