En el interior de la Penitenciaría Regional de Ciudad del Este, en el Alto Paraná, se detectaron inicialmente tres casos positivos de coronavirus; en dos guardias y un reo.
Las condiciones de hacinamiento propiciaron que el virus se propague a gran velocidad. El miércoles, la cifra saltó a 105 contagiados. De 133 muestras procesadas el martes, 102 dieron resultado positivo: 63 guardiacárceles y funcionarios y 39 reclusos.
Aunque se desconocía quién introdujo la enfermedad al interior del reclusorio, ya que las visitas a los internos están restringidas desde hace meses, el temor ante la posibilidad de un contagio mayor en la comunidad se instaló rápidamente, motivando la intervención de equipos médicos especializados desde la capital.
El ministro de Salud, Julio Mazzoleni, aseguró ayer que el brote está contenido dentro del penal, que ha pasado a ser tratado como si fuera un albergue para reclusión de personas contagiadas. La diferencia es que este “albergue” contiene a 1.190 personas privadas de su libertad.
Además, no existe seguridad de que los contagios se limiten solamente al interior de la cárcel, ya que el mayor número de afectados está entre los funcionarios y guardiacárceles, quienes salían del lugar periódicamente para ir hasta sus domicilios, estableciendo contactos con familiares y otros pobladores. Queda por ver qué pasará en las próximas horas.
El otro episodio preocupante es el ocurrido en Ayolas, Misiones, donde se detectaron ocho casos confirmados de contagio con Covid-19; siete de ellos en efectivos militares que custodiaban un albergue para personas repatriadas y sometidas a cuarentena y uno en personal de apoyo del Ministerio de Salud. La situación llevó a que la Municipalidad local declare alerta sanitaria y establezca un cordón de aislamiento en torno la ciudad. Grupos de ciudadanos piden que la región vuelva a una cuarentena total para tratar de controlar la propagación.
Lo resaltante en el caso de Ayolas son las acusaciones de que algunos de los efectivos militares habrían violado los protocolos establecidos en sus labores, ya que dos de ellos fueron demorados por la Policía días atrás, tras haber sido sorprendidos compartiendo una ronda de tragos en otro punto de la ciudad. Otro hecho preocupante de irresponsabilidad.
Se deben extremar los cuidados. Los importantes avances logrados con mucho sacrificio se pueden volver a perder fácilmente, obligándonos a retroceder a las fases de cuarentena total, como ya está ocurriendo en algunas zonas del país. No debemos olvidar que el sistema de salud pública sigue siendo precario y puede llegar a colapsar en el caso de que la situación se desborde.
Seamos responsables. Vencer al Covid depende de todos.