26 jul. 2025

ETA pone punto final a la última lucha armada de Europa occidental

AFP

SAN SEBASTIÁN - ESPAÑA

La organización separatista vasca ETA anunció ayer su disolución, en un comunicado que pone fin a la última rebelión armada de Europa occidental tras décadas de violencia que dejaron más de 800 muertos.

“ETA quiere informar al pueblo vasco del final de su trayectoria”, afirma la declaración, a la que puso voz el veterano dirigente Josu Ternera, fugado desde 2002 y presunto responsable de un atentado que causó 11 muertos en 1987. El documento, también leído en la Fundación Henri Dunant de Ginebra, asegura que la organización “ha desmantelado totalmente el conjunto de sus estructuras” y “da por concluida toda su actividad política”.

No obstante, advierte que sus ex miembros continuarán con la lucha por la independencia del País Vasco y Navarra, cada cual donde lo considere más oportuno.

Fundada en 1959 bajo la dictadura de Francisco Franco, acusado de reprimir la cultura vasca, a ETA se le adjudican al menos a 829 personas en 4 décadas de violencia por la independencia del País Vasco y Navarra. Considerada como terrorista por la Unión Europea, ETA asesinó en atentados con bomba o tiros en la nuca a políticos, policías, militares, juristas y civiles, y también recurrió a secuestros y extorsiones. Pero golpeada por las sucesivas operaciones policiales en España y Francia y ante el rechazo mayoritario de la población vasca, renunció en 2011 a la violencia y en 2017 aseguró haber entregado sus armas a las autoridades francesas.

El anuncio de la disolución será seguido de una conferencia internacional hoy en el País Vasco francés, donde son esperados el ex líder del Sinn Fein irlandés Gerry Adams y representantes de partidos vascos pero ningún delegado de los gobiernos de Madrid o París.

Organizaciones de víctimas siguen exigiendo que ETA asuma sus responsabilidades criminales y ayude a esclarecer 358 asesinatos no dilucidados. “Este no es el final de ETA que queríamos (...) debía de haber sido diferente”, afirmó Consuelo Ordóñez, presidenta del Colectivo de Víctimas del Terrorismo Covite y hermana de un político vasco conservador asesinado en 1995.

“La desaparición de ETA (...) no reduce ni un ápice la responsabilidad de sus miembros de colaborar en la investigación y el esclarecimiento de los asesinatos cometidos, así como de las extorsiones, amenazas o coacciones a amplios sectores de la población”, abundó en un comunicado el director de Amnistía Internacional en España, Esteban Beltrán.