El estudio fue publicado en la revista Plos One y señala que, tras entrevistar a 722 personas de todo el mundo, las investigadoras Stefan Koelsch y Lila Taruffi llegaron a la conclusión de que este tipo de música proporciona al oyente cuatro tipos de recompensa.
Se puede citar imaginación, regulación de las emociones, empatía e implicaciones irreales. Y añaden que eso es así, pese a lo inconcebible que pueda parecer que las personas busquen y disfruten la tristeza en la música.
El estudio resalta que este resultado se contrapone con todo lo relacionado a que la felicidad es la principal fuente de bienestar.