Un incremento de un 10% en el uso de las mascarillas entre la población multiplica por tres las posibilidades de mantener el ratio de reproducción instantáneo (Rt) del virus por debajo de 1, una métrica que refleja que la expansión de la enfermedad se está ralentizando, según concluyen los investigadores.
Los científicos del Hospital Infantil de Boston y otros centros de EEUU que han elaborado el trabajo advierten, con todo, que su investigación no es una prueba directa y definitiva sobre los efectos de las mascarillas en el ratio de transmisión.
Es posible que las personas que utilizan cubrebocas actúen también con mayor precaución en otros ámbitos y se laven las manos con mayor asiduidad o salgan menos de casa, unas variables que no se han tenido en cuenta en este estudio.
Los autores resaltan, sin embargo, que sus conclusiones respaldan la recomendación de utilizar mascarilla como una intervención relevante para tratar de minimizar el impacto de la pandemia.
“Gobiernos de todo el mundo han hecho obligatorias las mascarillas en espacios públicos para frenar la transmisión del Covid-19. Su objetivo es establecer una barrera física que evite la expulsión de gotas cargadas de virus”, señaló en un comunicado John Brownstein, investigador del Hospital Infantil de Boston.
“Las pruebas existentes hasta ahora sobre el uso de mascarillas contra el Covid-19 son heterogéneas y desarrollar estudios aleatorios controlados para investigarlo es complicado”, agregó el científico.
Pese a ello, “nuestras observaciones sugieren que existe un beneficio comunitario por llevar la mascarilla”, subrayó Brownstein, que recomienda que se analice más a fondo la cuestión para evaluar si es adecuado continuar recomendando su uso. Los investigadores creen que los cubrebocas pueden tanto proteger a su portador como prevenir que infecten a otras personas a su alrededor. EFE