Llegado luego de dos temporadas en el Avispa Fukuoka de su natal Japón (club donde jugara en 1996 Richart Báez), más una el año pasado en la tercera división griega, Takayuki Morimoto (32) hizo su debut en el fútbol paraguayo el sábado en filas del Sportivo Luqueño, en la discutida derrota 0-1 contra Nacional.
Jugó los últimos veinte minuto, es decir, sumados los que el VAR tardó en decretar la máxima pena a favor de los albos. Se movió con velocidad, pero no tuvo mucho contacto con el balón.
En cualquier caso, el estreno del futbolista que tuvo su mejor paso en el Catania italiano hacia 2007, forma parte de una ya no tan escasa cantidad de futbolistas nipones que, desde hace veinte años, recalaron en nuestra liga y, con preferencia, en Luqueño. Nobuhiro Takeda estuvo en 2001, época por la cual Nozomi Hiroyama tuvo mejor paso que este en Cerro Porteño. En 2010, Hideaki Ozawa fue tercer arquero. Antes, en 2004, Guaraní trajo a Kenji Fukuda.