Guadalupe Aveiro, esposa del senador Víctor Bogado, se abstuvo a declarar por ser cónyuge del acusado, a más de ser amiga de Gabriela Quintana. Dijo que todo el proceso se trata de “una farsa...”.
Esta fue la nota llamativa ayer en el juicio oral por cobro indebido de honorarios y estafa que se lleva adelante en Tribunales en contra de Bogado, Quintana, además del ex jefe de Gabinete de Diputados Miguel Pérez.
Aveiro fue citada para prestar testimonio en la causa, aunque los jueces Elio Ovelar, Juan Carlos Zárate y Víctor Medina, le advirtieron que podía abstenerse por el parentesco.
Fue ahí que se abstuvo y habló de “la farsa”, con lo que los jueces le señalaron que ya ejerció su derecho a no declarar y que podía retirarse.
Después, declaró Carlos Samudio, el secretario general de la Cámara Baja. Explicó cómo se realizaban las notas de comisionamiento y quiénes eran los distintos presidentes de Diputados.
El mismo indicó que por año, se hacían entre 1.000 y 1.500 comisionamientos por parte de Diputados.
Después, como no se presentaron los demás testigos, entre ellos, el senador Jorge Bartolomé Ramírez, los jueces decidieron adelantar las pruebas documentales.
Entre los documentos estaban los contratos de Gabriela Quintana, por G. 1.300.000 del 2 de julio de 2008, del 17 de octubre del mismo año, y del 22 de enero de 2009.
También la resolución del 17 de febrero de 2010, donde la nombraron como funcionaria permanente de la Cámara Baja. Con esto se probó que era funcionaria de Diputados, cuando fue contratada por la Itaipú. También las planillas de asistencia firmadas por Bogado.
El juicio oral seguirá con las documentales este lunes, a las 14.00, y se verá cuando declaran Ramírez y la diputada Celeste Amarilla.