Por Rosalía Ciciolli
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Olga Bilbao Cuevas empezó a escribir como parte de una terapia prescripta por el psicólogo que la atendía durante sus internaciones en el Hospital Neurosiquiátrico de Asunción, en donde pasó largos periodos de tratamiento por un trastorno bipolar.
Su psicólogo, Juan Carlos Costa, le había pedido que escribiera sobre los momentos de angustia y ansiedad que la embargaban como consecuencia de la patología que sufre desde los 22 años.
Así, Bilbao fue dejando constancia de sus emociones y vivencias, aunque también de las escalofriantes experiencias que le tocaron vivir como interna del Hospital Neurosiquiátrico de Asunción.
Costa notó la gran habilidad con la escritura demostrada por su paciente y le sugirió que contara su historia en un libro.
Es así que el miércoles último, tras 9 años de escribir sobre su vida, Olga presentó su libro que lleva por título La de antes, en el marco de la Semana de la Salud Mental, que se conmemoró entre el 5 y el 10 de octubre pasados.
INFIERNO. “Yo volví del infierno, con toda la desesperanza, la tristeza, la amargura, el desencanto y el dolor físico y mental que embargan a un enfermo siquiátrico”, rememora ahora Bilbao Cuevas, al ver su vida en perspectiva.
“La sensación que tuve al escribir todas mis vivencias en el Neurosiquiátrico fue la de un gran alivio”, remarca.
Es que la escritura sirvió a la autora no sólo de catarsis para escapar de una realidad lacerante, sino también para desprenderse del gran dolor interno que albergaba de su paso por el Hospital Siquiátrico.
“Después de escribir, me sentí mejor, contenta con la vida, con nuevas expectativas y con nuevos proyectos”, comentó.
Bilbao experimentó su primera crisis bipolar a los 22 años, a finales de la década del 60, aunque ingresó como paciente del Hospital Siquiátrico recién en 1979.
La autora relató que durante el tiempo en que desaparecían sus crisis, ella retomaba la normalidad, buscando trabajo y estudiando. Su dominio del inglés le ayudó a conseguir los más altos cargos en varias instituciones, pero al poco tiempo los volvía a perder debido a sus recaídas.
Aunque su patología nunca desaparecerá, no ha vuelto a experimentar una crisis bipolar desde 1996, gracias en gran parte a la ayuda terapéutica de su psicólogo.
“Mi principal objetivo es que este libro sirva de apoyo a las personas que están atravesando por las mismas experiencias que me tocaron vivir a mí", destacó.
Bilbao agregó que quiere demostrar a otros pacientes siquiátri- cos que son posibles la recuperación y la reinserción social.
Actualmente, la autora trabaja como profesora particular de inglés, guaraní y castellano.
También retomó sus estudios universitarios, pues está cursando el segundo año de la Licenciatura en Guaraní y está aprendiendo ruso.
Su libro es distribuido por la Librería Intercontinental. Más datos se pueden obtener en el Centro de Investigación y Orientación Psicológica (CIOP), al 201-034.
“AYUDARLES A QUE RECUPEREN LA AUTOESTIMA”
El psicólogo Juan Carlos Costa impulsó a Olga Bilbao Cuevas a escribir; y no sólo eso, pues también ejerció de mánager a la hora de editar el libro.
“Lo fundamental para mí, como profesional, es ayudar al paciente a descubrir su potencial para que recupere su autoestima y se reinserte a la sociedad con éxito”, destacó Costa.
“Olga logró valerse por sí misma -prosiguió- y eso le ayudó a salir adelante, porque hay muchos pacientes recuperados y relativamente reintegrados a la sociedad, pero que siguen siendo mendigos o dependiendo de sus parientes o de alguien que los ayude”.
Bilbao Cuevas agregó la importancia de que un paciente goce de autonomía económica, una vez recuperado.
“Decidir que quiero comprar un par de zapatos y poder pagarlo es una sensación única”, señaló la autora. Ahora ella prepara otro libro con las poesías que escribió siendo interna del Neurosiquiátrico.
UNA SOBREVIVIENTE
“Me veo a mí misma como la única sobreviviente de un barco que naufragó", comenta Olga Bilbao Cuevas sobre su terrible experiencia como paciente del Neurosiquiátrico.
El libro La de antes está dividido en tres capítulos. En el primero, la autora relata su infancia en una estancia de Duarte Cué. En el segundo apartado, comenta las aberrantes experiencias vividas en los pabellones hospitalarios. En tanto que en el último capítulo se muestra recuperada y reinserta en su vida cotidiana, tomando el control de su vida y decidiendo sobre su futuro.
La tapa del libro lleva el dibujo de un pesebre, que Bilbao hizo durante su hospitalización, en la Navidad del 94.