El senador Humberto Costa, miembro del equipo de transición que ha designado Lula para obtener informaciones del Gobierno, afirmó en una rueda de prensa que han encontrado una situación “hasta peor de lo que se imaginaban”.
Según Costa, quien fue ministro de Salud entre 2003 y 2005, hay un “completo caos” y un “descalabro” en esa área, que preocupa sobre todo en momentos en que el número de casos de coronavirus en el país ha comenzado a dispararse.
“Parece evidente que estamos frente a una nueva ola” y, según los datos obtenidos por el equipo de transición, el Ministerio de Salud tiene “millones de vacunas” que aún no han sido distribuidas y cuyo plazo de validez vence “en los primeros días de enero”, aseguró.
Brasil es uno de los países más castigados por la pandemia en el mundo, acumula hasta ahora casi 690.000 muertes y más de 35 millones de contagios, y en las últimas tres semanas ha registrado un fuerte repunte de las infecciones.
AUMENTAN LOS MUERTOS. Según el Consejo Nacional de Secretarías de Salud (Conass), en los primeros veinte días de noviembre el número de contagios superaron los 95.000, con un aumento del 292% con relación al mes anterior.
El número de muertes no ha aumentado en la misma proporción, pero se mantiene en un promedio superior a las 50 por día.
Frente a esa situación, muchas ciudades del país han retomado la obligatoriedad del uso de mascarillas en el transporte público, que este viernes han sido adoptadas también en el edificio de Brasilia en que funciona el equipo de transición designado por Lula.
Desde ayer, también se ha recuperado la obligación del uso de mascarilla en los aeropuertos y en los aviones.
Costa instó al gobierno de Bolsonaro, que entregará el poder el próximo 1 de enero, a adoptar “medidas urgentes” para reforzar la vacunación contra el coronavirus y subrayó que, hasta hoy, solamente el 49% de los brasileños cuenta con la pauta completa.
El senador expresó una preocupación especial por la situación de los niños de hasta once años, un segmento en el que se registran unas tasas de vacunación similares, en torno al 50%.
Según Costa, las deficiencias en la vacunación de los niños van más allá del coronavirus y se han comprobado también en relación con la inmunización obligatoria en el país para otras enfermedades, entre las que citó la polio, la tuberculosis y el sarampión. Esa situación, en la opinión del senador, ha sido generada por el “negacionismo” del Gobierno de ultraderecha que encabeza Bolsonaro, quien se ufana de no haberse vacunado contra el Covid-19 y aún mantiene una dura campaña contra la eficiencia de las vacunas.
