22 ene. 2025

Entre la transición a la democracia y las continuidades del stronismo

En un nuevo aniversario de la caída de la dictadura, analistas señalan que en democracia se descentralizó la corrupción y que la democracia no ha satisfecho las principales demandas sociales.

Hace 33 años, un golpe militar le puso fin a una dictadura que se mantuvo por 35 años, iniciándose así un proceso de transición a la democracia. Para la politóloga e historiadora Milda Rivarola, cuando estamos por cumplir el mismo periodo de stronismo que de pos stronismo, se pueden comparar indicadores actuales con indicadores del ’89.

“Si uno mira analfabetismo, acceso a la salud, a escolaridad, servicios de hogar, agua potable y electricidad, esos indicadores mejoraron radicalmente. Paraguay era un país tremendamente tercermundista en ese momento, en términos de indicadores sociales. Eso se palió bastante”.

Sin embargo el problema grave de la llamada transición paraguaya, dice Rivarola, es que el mismo partido que gobernó en dictadura, gobernó en posdictadura. Y señala que la situación es bastante cercana a lo que pasó con países de la ex Unión Soviética, dado que Putin era miembro de los organismos de seguridad del Kremlim, y ahora es un gobernante conservador.

“Es la misma gente, la misma concepción del estado, es el mismo proyecto de gobierno que con o sin leyes e instituciones diferentes, sigue imponiendo su lógica de proyecto estatal. Y eso frenó los procesos favorables que se hicieron en transición democrática. Al final, terminamos ahora en el 2022 hasta con discursos similares a los que había en el stronismo”.

Respecto a la corrupción y el narcotráfico sostiene que existían, pero estaban centralizados, en algunos ministros, en algunos jefes militares la conexión con el narcotráfico; y que en la transición se descentralizó completamente. “En este momento son protegidos por diputados, por gobernadores, por intendentes, por fiscales, como el aparato del estado se descentralizo y creció muchísimo, el narcotráfico, la corrupción y la arbitrariedad también se volvieron descentralizadas”.

Milda considera que, al contrario de lo que la gente cree que la corrupción o el narcotráfico “son hijos de la transición”, son en realidad “continuidades del stronismo. Cambiaron de gestor, antes eran pocos, y ahora son miles los que entraron en ese juego”.

Atraso. Teodolina Villalba, secretaria general de la Federación Nacional Campesina (FNC) afirma que la tiranía stronista hasta ahora tiene consecuencias en nuestro país, porque dejó atrasado a nuestro país.

“Vemos este proceso de 33 años y entendemos que no se avanzó hacia la democracia. Porque si hubiera democracia se distribuiría la tierra, se iba a dar respuestas a la gente que necesita y eso no existe. Se le llama democracia pero sigue vigente el modelo de acumulación de tierra; más de un millón de personas tienen hambre, eso no es democracia. Seguimos sin educación, sin salud, sin fuentes de trabajo, vemos como miles de jóvenes quieren estudiar y no pueden, eso no es democracia”.

La dirigente sostiene que, frente a esos reclamos, el gobierno solo hace leyes contra el pueblo, como la ley de criminalización, “le da cárcel al pueblo en vez de dar respuestas a sus necesidades. No podemos hablar de democracia con cantidad de feminicidios, niñas violadas, mujeres maltratadas, eso no es democracia. Encarcelamiento, atropello, desalojo, sufrimiento de la gente, eso no es democracia”, finaliza.


EL PASO DE LA DICTADURA A UNA VIDA CON LIBERTADES Y DERECHOS