- Karina Godoy
- @Kari.Goody
Las medidas para atender la contaminación del río Pilcomayo aún no cobran fuerza. Hasta el momento no se concreta una mesa que involucre a varias instituciones para abordar la compleja situación que afecta principalmente a familias de escasos recursos, por la presencia de metales pesados en el cauce del que dependen para la pesca y hasta para tomar agua.
El Poder Ejecutivo remitió el lunes 31 de octubre el pedido de informe al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades), una semana después de la publicación de veneno no declarado en el cauce y los resultados de laboratorio que la cartera ambiental no informó a las instituciones competentes.
Desde el área de epidemiología de la región sanitaria de Boquerón, manifestaron que no se dieron recomendaciones anteriormente porque el Mades no informó el resultado del estado del agua.
La excusa desde el ente ambiental fue que se necesitaban hacer otros muestreos. El director de Recursos Hídricos, José Silvero, había manifestado que siempre hubo metales pesados por la actividad minera en la cuenca alta, en Bolivia, pero no había un caso para “alarmar”.
Sin embargo, registros de estudios laboratoriales tanto del 2022 como de años anteriores muestran que en la puerta de Paraguay, en la triple frontera, metales como plomo, manganeso, níquel y cadmio sobrepasaban los límites permitidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y las normas de los tres países que comparten el Pilcomayo: Paraguay, Bolivia y Argentina. Los datos a los que se accedió son de: la Oficina Técnica Nacional de los Ríos Pilcomayo y Bermejo (OTN-PB) y Universidad Autónoma Juan Misael Saracho de Bolivia, Secretaría de Recursos Hídricos de Salta-Argentina y Mades de Paraguay.
También las mediciones de la Comisión Trinacional del Pilcomayo muestran altos valores, por ejemplo, de plomo en la frontera entre Paraguay y Argentina en los años: 2018, 2019 y 2021. Estos datos solo pueden verse cuando directivos aprueben otorgar un usuario y contraseña al solicitante.
Todos los citados resultados no fueron puestos a conocimiento de las familias cuya única fuente de agua es el Pilcomayo. Tampoco a aquellas comunidades ribereñas que cuentan con pozo profundo, pero que de igual manera dependen de la pesca. Consumir animales que se alimentan del cauce alterado, según especialistas, también es una manera de ingerir contaminante al cuerpo.
Monitoreo. Desde varios días este medio intenta tener la versión del director de la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa), dependiente del Ministerio de Salud, Luis Leguizamón, pero no contesta las llamadas ni mensajes.
Desde el Ministerio informaron que realizarán toma de muestras de agua y que ya viajaron días atrás anticipándose a la lluvia, pero hasta ayer aún no se concretó el muestreo y señalaron que fue por las precipitaciones. Prometieron realizar recién hoy miércoles.
Sí se Mezclan. Doctores del Centro Multidisciplinario de Investigaciones Tecnológicas (Cemit-UNA) explican que los contaminantes que quedan en el sedimento pueden volver a mezclarse con el agua por el movimiento que tiene el río; por ello, indican, son importantes tanto los resultados de metales totales como los disueltos.
Una vez que se reciba el informe del Ministerio de Ambiente definiremos qué línea de acción a tomar. Hernán Hutteman, jefe de gabinete.