09 ago. 2025

Enfrenta a la crisis tejiendo ñandutí

Como toda itaugüeña, doña Enriqueta no puede negar sus orígenes, pese que hace 63 años vino a vivir a Fernando de la Mora, luego de contraer matrimonio con su amado esposo Eliodoro Andrés Benítez, a quien lo recuerda con añoranza. Ella se encarga de elaborar diariamente ñandutí, símbolo de su ciudad natal.

UNA TERAPIA. La artesana, de 82 años, elabora apliques de ñandutí como pasatiempo, por recomendación médica, ya que sufría de depresión por la pérdida de su compañero de vida. “El médico le recomendó ocupar su tiempo en algo, entonces ella se dispuso a tejer el ñandutí”, dice su hija Margarita Benítez, y añade que gracias a esa técnica, que aprendió a los 9 años en su ciudad natal, le ayudó a levantar su ánimo emocional.

Debido al fino trabajo de doña Enriqueta, la familia Benítez-Candia puede enfrentar la crisis económica que se originó debido a la pandemia del coronavirus, ya que la mayoría de sus miembros quedaron sin trabajo y sobreviven gracias a la venta de los artículos ornamentados con ñandutí elaborados por la artesana. “Ella siempre teje para regalar, pero ahora por necesidad nos vimos obligados a vender su trabajo”, explica Margarita, quien se dedica a la decoración de eventos, pero por la cuarentena quedó sin trabajo.

Doña Enriqueta es madre de 7 hijos, los cuales le dieron 28 nietos y 18 bisnietos. Además, la mujer presume que está a punto de ser tatarabuela.

FUROR EN LAS REDES. La delicada labor de la octogenaria se volvió viral en las redes sociales gracias a una publicación que realizó un joven en Twitter, promocionando unos tapabocas con los bordados de ñandutíes. “Un vecino le pidió a mi mamá los apliques para bordar en los tapabocas, ahí surgió la idea de vender tapabocas con ñandutí”, comenta la hija. Margarita se encarga de conseguir los tapabocas y le añaden los ñandutíes. “Gracias a Dios tenemos muchísimos pedidos, no solo de los tapabocas sino también de apliques para bordar o abanicos”, expresa.

HABILIDOSA CON LA AGUJA. A pesar de su avanzada edad y algunos problemas de la vista, doña Enriqueta le pone ganas a su trabajo ya que para ella representa una pasión. La talentosa mujer diariamente realiza todo tipo de novedosos objetos como: abanicos, apliques para carteras, delicados tocados. “Estoy feliz porque ahora encuentro la validez que tengo para mi familia, demasiado contenta estoy con mi trabajo, ahora más porque todo el mundo aprecia”, dijo la laboriosa mujer quien es muy apreciada en su barrio.

Como tarea pendiente, doña Enriqueta pretende dejar su legado a sus hijas es por eso que aprovecharon esta cuarentena para aprender las habilidades de su madre.

De esta manera doña Enriqueta nos demuestra que con destreza, ingenio y dedicación, se puede sacar adelante a la familia, pese a la edad.

Para quienes deseen acceder a los trabajos con toque guaraní, pueden hacer sus pedidos al (0992) 885-952.


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Enriqueta Candia se dedica a tejer ñandutí como pasatiempo. Pero por la crisis económica crea apliques para vender.

Proceso de tejido del ñandutí
El tejido del ñandutí es considerado como la reina de toda la artesanía de la República del Paraguay.
El proceso del tejido se realiza con un bastidor, para que quede impecable y estirado debido a que el delicado encaje no se plancha.
Primeramente se dibuja el prototipo de las randas y se teje con hilos coloridos y aguja, luego se extraen los hilos sobrantes y se retira la tela original sobre el cual fue tejido el ñandutí. El próximo paso consiste en realizar el lavado, almidonado y secado al sol.
Para realizar el bordado se requiere de destreza.
El ñandutí es admirado y apreciado en todo el mundo por su extraordinaria belleza y su técnica de confección.