El miércoles último, en sesión ordinaria de la Cámara de Diputados, quedó sancionado el proyecto de ley que reglamenta el Artículo 201 de la Constitución Nacional, de la pérdida de investidura, que de la forma en que fue establecida, dificultará el castigo político de los parlamentarios.
La propuesta pasa a consideración del presidente de la República, Mario Abdo Benítez, quién tendrá la posibilidad de vetar la iniciativa, calificada de inconstitucional, ya que se establece que la destitución debe ser por mayoría absoluta, cuando la misma Carta Magna establece que se aplicará la mayoría simple cuando no se estipule específicamente en el algún caso.
De esta manera, Abdo Benítez, que en su discurso inaugural manifestó que se cumpliría la ley “caiga quien caiga”, tiene la oportunidad de rechazar la propuesta y evitar que los legisladores se sigan blindando.
Si la citada normativa entra en vigencia, uno de los primeros beneficiados será el liberal Carlos Portillo, contra quien pesa un pedido de pérdida de investidura desde setiembre del año pasado, por tráfico de influencia y hace unos días se solicitó el urgimiento de su caso.
En la Cámara de Diputados, varios otros legisladores están con procesos judiciales, entre imputados, investigados, incluso blanqueados, que ahora están más tranquilos, ya que difícilmente se pueda alcanzar los votos necesarios para la aprobación de una pérdida de investidura. Entre ellos se encuentra el presidente de salida, el colorado Miguel Cuevas, y los también colorados Tomás Rivas, Esteban Samaniego, Justo Zacarías Irún y su esposa Rocío Abed.
El documento aún no fue remitido al Poder Ejecutivo.
SENADO. El senador cartista Javier Zacarías Irún es otro de los que se beneficiará con el blindaje parlamentario, en el caso que el presidente de la República Mario Abdo Benítez promulgue el proyecto sancionado por el Congreso.
El parlamentario ya tiene encima dos imputaciones por supuesta declaración falsa y por lesión de confianza, por los cuales ya fue desaforado en la Cámara Alta.
Además, se había aprobado un proyecto en el que se le solicitaba que renuncie pero el senador, que preside la Comisión de Asuntos Constitucionales, que define acuerdos, ascensos y ternas, no acusó recibo, y se siente protegido por sus pares.
Justamente, a su vuelta, tras su suspensión por 60 días, Paraguayo Cubas anunció que está trabajando en un proyecto para la pérdida de investidura de Zacarías, y que justamente tienen que ver con el uso indebido de influencias, que es una de las causales que establece la Constitución Nacional.
El proyecto sancionado recientemente en Diputados y que pasará a manos del Ejecutivo establece una reglamentación tanto para la presentación de firmas para el pedido como los números que se requieren para que se concrete la expulsión.
Necesariamente, los diputados tienen que reunir 41 votos, y los senadores 23 para que corra la pérdida de investidura. Actualmente, solamente se necesitaba cuórum y la mayoría de los presentes, y sobre todo que haya voluntad política.
En el periodo anterior, ya hubo un intento de autoblindaje que establecía incluso condiciones más drásticas, luego de que el cartista Óscar González Daher, y Jorge Oviedo Matto, del Unace, hayan quedado fuera del Senado por uso indebido de influencias.
En este periodo que se inició en julio del año pasado, hubo varios senadores que tuvieron que irse por la causal mencionada, entre ellos nuevamente González Daher y Oviedo Matto, que habían sido reelectos en el Senado.
Este año le tocó el turno al cartista Víctor Bogado por el polémico caso de la niñera de oro, y luego al llanista Dionisio Amarilla, filmado mientras abogaba por la firma de seguridad de su amigo Óscar Chamorro, para un contrato con el IPS.