17 ago. 2025

En escenario alterado por cisnes negros y ola antiderechos, se definen candidaturas para el 2023

En medio de una campaña electoral cargada de discursos de odio e intolerancia, desinformación y mucha confusión, cruzada por la emoción de la final de la Copa Mundial de fútbol, se realizan hoy las internas simultáneas de los partidos y movimientos políticos para elegir candidatos presidenciales, legisladores y gobernadores de cara a las elecciones generales del 30 de abril del 2023.

La ANR y la Concertación (que tiene como accionista mayoritario al PLRA) son los grandes protagonistas del escenario por su alta competitividad. En medio de estos polos busca posicionarse el ex canciller Euclides Acevedo con el apoyo de un sector del Frente Guasu, que llega a esta instancia dividida y con su líder principal, Fernando Lugo, ausente en la campaña por una afección de salud. Otros protagonistas como Payo Cubas y José Luis Chilavert se cuelan discretamente. Las tres últimas son candidaturas únicas, sin competencia interna, por tanto, lo de hoy es mero trámite.

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En términos estrictamente electorales, en estas internas se verá con mayor exactitud el comportamiento de los votantes con respecto al desbloqueo de listas o voto preferencial que ha convertido la disputa por el Congreso en una guerra intestina de todos contra todos, además del desvergonzado financiamiento político alimentado por las mafias y cuya visibilidad se constató en la opulenta campaña de los candidatos, preferentemente de la ANR.

En la Concertación, figura utilizada por primera vez en reemplazo de las alianzas, entra en escena el uso del padrón nacional, que convoca por primera vez a los afiliados de otros partidos y a los independientes a participar de su interna.

CISNES NEGROS. La campaña electoral estuvo marcada por acontecimientos que generaron un tembladeral fundamentalmente en el Partido Colorado, cuyos efectos se conocerán hoy. La incursión de EEUU al declarar “significativamente corruptos” al ex presidente Horacio Cartes y al vicepresidente Hugo Velázquez modificó el tablero colorado y golpeó más duro al oficialismo que quedó sin candidato en el medio del río y tuvo que catapultar a Arnoldo Wiens de emergencia.

Otro acontecimiento que impactó fue el accidente cerebro vascular del ex presidente Fernando Lugo, en un momento clave en la Concertación. Apenas cayó enfermo, el Frente Guasu se dividió. Esperanza Martínez quedó como figura aglutinadora en la gran alianza opositora, mientras que el sector liderado por los senadores Sixto Pereira, Hugo Richer y Jorge Querey se abrieron como consecuencia de la decisión de Efraín Alegre de elegir a Soledad Núñez como candidata a vicepresidenta. Quedó en la incógnita de qué lado de la historia está Lugo, quien encabeza la lista del Senado.

Otro hecho que marcó el escenario y dejó dudas fue el incendio en la Justicia Electoral, que devoró 7.600 máquinas de votación, instrumento clave para la votación preferencial. A raíz de este episodio, habrá menos máquinas hoy en las elecciones y generará demoras excesivas en las mesas electorales.

DOBLE COMBO EN LA ANR. La campaña colorada domina el escenario con una repetición de la disputa del 2017 entre Mario Abdo Benítez y Horacio Cartes. En aquella ocasión, Marito se impuso a Cartes al derrotar a Santiago Peña. En esta elección no juegan como simples padrinos de sus respectivos candidatos (Wiens y Peña). Tendrán su disputa aparte por la presidencia de la ANR.

La campaña colorada se agitó con la intervención de EEUU, que bloqueó el discurso de ambos movimientos en cuanto a la corrupción. Ninguno podía acusarse usando la palabra más corriente de toda campaña ya que sus principales cabezas tienen esculpida en letra escarlata la frase “significativamente corrupto”.

Como los dos movimientos exhiben en forma desvergonzada a sus corruptos vinculados al narcotráfico, lavado de dinero, y el robo descarado del dinero público, el cartismo encontró en el discurso antiderecho la humareda perfecta para desviar la atención. Importaron con éxito los cuestionados métodos de Trump y Bolsonaro. Funcionó como tema ya que doblegó al oficialismo que salió a defenderse y a mostrar la misma carta discursiva impregnada de sesgos fascistas.

Un peligroso discurso resumido en “Dios, Patria, Familia”, que no tiene una contracara en la oposición, que sino asume una postura más clara y contundente, terminará devorada por la misma corriente de la ultraderecha.

La interna de la ANR es la disputa del poder real, del manejo del Estado, sus grandes negociados, las mafias, el control del Poder Judicial y del Ministerio Público. En el hegemónico partido, la guerra es por el poderoso control remoto. Se agrega un elemento que está pendiente y es motivo de angustia: si EEUU pedirá la extradición de Cartes, al que acusó de tener vínculos con el terrorismo. Por ello, el triunfo para el empresario tabacalero es imprescindible para su futuro. Peña es su carta clave, su visa para forzar un acuerdo con el Norte. Por ello, la interna para él tiene características épicas.

LA CONCERTACIÓN. En la oposición, la agenda fue marcada por Efraín Alegre, probablemente el último líder del PLRA de aquella camada que tomó protagonismo en los inicios de la transición. Por tercera vez, busca ganar y ser nuevamente la ficha opositora por excelencia para competir con los colorados. Junto a Soledad Núñez compite con otros cinco candidatos. Los liberales Hugo Fleitas (llanista), Martín Burt y Herminio Ruiz Díaz buscarán destronarlo. Patria Querida se insertó a esta gran alianza con Sebastián Villarejo. Completa la grilla Hugo Portillo, del PDC.

La gran novedad es el uso del padrón nacional que abrió un juego plural ya que por primera vez todos los habilitados podrán participar en una interna. Además del voto duro liberal, la participación de los no liberales e independientes darán una proyección para el 2023.

EL POSINTERNAS. La transparencia de las elecciones y la diferencia de votos entre los candidatos son elementos indispensables para concretar la unidad tanto en la ANR como la Concertación. El juego limpio y la contundencia del ganador evitará discusiones estériles.

La historia relata que en la ANR el mejor cicatrizante para lograr el abrazo republicano es la posibilidad de perder el poder. Su fortaleza radica en esta tradición.

La situación de la Concertación es más compleja. El PLRA arrastra hace tiempo un quiebre político por haber sido atravesado por el cartismo que desfiguró moralmente al partido. El ganador deberá mostrar esta misma noche humildad en la victoria y fuerte vocación aglutinadora, y los perdedores asumir con honor su derrota apoyando, sin lugar a dudas, al proyecto victorioso. Si esta noche se muestra esa voluntad, la Concertación tendrá chances reales de disputar la presidencia a la ANR.

Pero ese es otro pleito.

Hoy el ciudadano es el protagonista principal. Tiene la herramienta para castigar, premiar o depositar esperanza.

Que el voto no sea un simple acto mecánico, sino una elección y una lección.

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