En tres semanas más se inaugurará el imponente edificio inteligente de la Embajada de los Estados Unidos en Asunción, una obra que fusiona la arquitectura paraguaya con la estadounidense. La nueva sede diplomática ahora mira hacia la avenida Kubitschek. Conjuga colores como la tierra roja característica del Paraguay, concepto de corredor jere, y se yergue rodeado de añosos lapachos, tatarê y pindó que albergan una variedad de aves.
Se trata de una obra proyectada bajo criterios ecológicos que le permitirán ahorrar energía, reutilizar el agua, aprovechar la luz natural y reducir al mínimo el impacto ambiental. Aspira a la certificación silver del Consejo de Construcción Ecológica de EEUU otorgada a diseños de edificios verdes.
Se construyó en el mismo predio de casi 6 hectáreas en reemplazo a la antigua Embajada de los Estados Unidos y residencia del embajador.
Fusiona rasgos de la cultura paraguaya y estadounidense bajo conceptos de sustentabilidad conjugados en los materiales utilizados en el piso, pared y techo, hasta en el tratamiento de los residuos y la reutilización del agua.
Incorpora obras de arte como pintura, fotografía, textiles, escultura de artistas norteamericanos y paraguayos, desplegados en todos los rincones del edificio como parte de una colección permanente. En una visita guiada ofrecida ayer a un grupo de periodistas, el ingeniero Lidio Páez, responsable de la automatización de la Embajada, brindó detalles del proceso de construcción del edificio. El proyecto costó 278 millones de dólares; la inversión local estimada es de 60 millones de dólares. La empresa contratista es Caddell Construction Company.
Más de 1.300 trabajadores estadounidenses y de terceros países participaron en la construcción del nuevo complejo. Entre ellos, 922 paraguayos.
El ingeniero Páez explicó que parte del edificio es un homenaje al Centro de Rehabilitación de Teletón También y rasgos propios locales como los colores de la tierra roja característica del país.
Explicó que se buscó no afectar la vegetación en el proceso de obras, protegiendo cada árbol del amplio terreno y que el campus de la Embajada es reconocido como hábitat de vida silvestre certificado por la Federación Nacional de Vida Silvestre.
El edificio incluye sistemas de control de la calidad del aire, un programa de basura cero, una planta de tratamiento del agua y de tratamiento de aguas residuales, que se procesan y tratan para su reutilización en el sistema de riego de los jardines.
VISAS. En el recorrido, enseñaron el bloque destinado al Consulado, donde diariamente acuden un promedio de 100 personas para la obtención de visas, previa cita obtenida vía online a través de la web oficial de la Embajada. El ingreso a esta parte de la Embajada es inclusivo y el flujo de atención más dinámico.
