Jueves 12/Junio/2007
Bogotá, Colombia (AP)
El comandante del ejército, general Mario Montoya, declaró a radio Caracol que ''en todo tipo de operaciones hay unos riesgos y ese riesgo lo corrimos con el beneplácito y el visto bueno de la familia (de la víctima), infortunadamente en este caso, en esta oportunidad fallece el secuestrado’’.
El occiso fue José Diego Mejía Isaza, un ganadero de 52 años y oriundo del departamento occidental de Caldas, que fue secuestrado el 1 de marzo por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), precisó un funcionario de la gobernación local que dio detalles a condición del anonimato, porque dijo que era competencia de las autoridades militares informar del hecho.
El operativo de rescate se realizó en la zona rural de Marulanda, una localidad a unos 150 kilómetros al oeste de Bogotá.
Montoya dijo que en la acción murieron cuatro guerrilleros, incluido el jefe de finanzas del frente 47 de las FARC conocido como ''Favio Muelas’’ y un soldado, así como otro uniformado que resultó herido.
El funcionario consultado indicó que Mejía Isaza resultó herido de bala en medio de la acción, pero que murió cuando era transportado a un hospital para que recibiera atención médica. No estaba claro si fue blanco de fuego cruzado o si fue ejecutado por sus captores.
La muerte del empresario se produce a poco de que Colombia fuera sacudida por la noticia de que 11 ex diputados regionales que eran rehenes de las FARC fueron abatidos tras cinco años de cautiverio.
Según los rebeldes, fallecieron en medio de combates con tropas militares, versión negada por el gobierno.
Los políticos hacían parte de casi 60 personalidades cautivas de las FARC, que condicionan su libertad a la negociación de un ''acuerdo humanitario’’ con el gobierno para conseguir la excarcelación de centenares de guerrilleros.
Para negociar, los rebeldes exigen crear una zona desmilitarizada de unos 800 kilómetros cuadrados en el suroeste de Colombia, pero el presidente rechaza tajantemente esa condición y durante una jornada de protestas a la que concurrieron millones de colombianos el jueves para pedir el acuerdo humanitario, Uribe respondió pidiendo a las FARC la liberación inmediata y sin condiciones de los secuestrados.
El gobernante es partidario de que las fuerzas militares rescaten a los rehenes de la guerrilla.
Entre los cautivos que las FARC considera ''canjeables’’ están la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt y su asistente Clara Rojas --que tuvo un bebé con un guerrillero durante los cinco años que llevan secuestradas--, tres estadounidenses contratistas del Departamento de Defensa de su país, varios políticos y uniformados.
Las FARC son la más poderosa guerrilla izquierdista de Colombia, que lleva 43 años tratando de tomarse el poder.