Rodrigo Cancian
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El Gumarelo logró traducir en el resultado la superioridad que tuvo en gran parte del juego. Tuvo la iniciativa desde el arranque y generó las primeras y principales situaciones, adueñándose de la posesión del balón y apostando a la explosividad de Bareiro, a quien en el inicio le anularon lo que pudo haber sido el primer grito por una posición adelantada, pero en el complemento se desquitó marcando el tercer tanto.
Sobre el final de la primera mitad, con la misma temática y tras una brillante recuperación en defensa de Viera, de gran partido, el equipo de Chamot abrió el marcador, mediante Maravilla Martínez, quien atropelló un buscapié del Demonio Bareiro.
El Cacique especuló bastante especialmente en el primer tiempo, en el cual estuvo muy replegado, intentó golpear de contra y tuvo algunas aproximaciones, pero Ortigoza estuvo muy solo arriba, absorbido por la sólida defensa albinegra.
LO MADRUGÓ. En el inicio de la complementaria Adrián Martínez amplió el marcador tras aprovechar los espacios de la defensa aurinegra, una constante en todo el partido.
Este tanto golpeó anímicamente al Legendario, que de igual manera buscó con mucho amor propio descontar, pero no pudo superar a la defensa ni a las manos de Martín Silva y, finalmente, sufrió el tanto de Bareiro, que aprovechó otro error defensivo y con una magnifica definición rubricó el festejo gumarelo que ahora espera un traspié del líder Olimpia para aún soñar con el Clausura.
La figura
Antonio Bareiro
Fue el hombre más desequilibrante del Gumarelo, participó de los dos primeros goles y cerró la noche al marcar el 3º.
Dos goleadores
Adrián Martínez, con sus dos tantos, alcanzó 7 goles en esta Copa y junto a Richart Ortiz, de Sol de Pastoreo, son los máximos artilleros del certamen.
Los ovacionados
Antonio Bareiro, Diego Viera y Sergio Patito Aquino fueron los jugadores más ovacionados por su hinchada al momento de pasar a recibir sus respectivas medallas.
Decepcionados
La parcialidad de Guaraní fue mayoría ayer en el Defensores del Chaco, donde buscaban el bicampeonato ante su rival de toda la vida y al que no pudieron vencer en lo que va del año, pero finalmente quedaron con un sabor amargo tras la derrota.
Luego de 16 años
Libertad y Guaraní volvieron a verse las caras en una final tras 16 años. La última vez fue en la definición del Apertura 2003, en partido de ida y vuelta. El primer juego, 0-0 y el segundo 1-0 a favor de Libertad con el tanto de Gustavo Morínigo.