Los investigadores, del Centro Nacional Judío Médico y de Investigación y la Universidad de Colorado analizaron los resultados de siete estudios que involucraron a 333.000 pacientes.
La obesidad es ya un factor de riesgo establecido de diabetes y enfermedades cardiovasculares.
Y ahora, concluyen los investigadores, el asma puede agregarse a esa lista.
“Otros estudios previos ya muestran una relación entre obesidad y asma” dijo a BBC Ciencia el doctor Edgardo Jares, de la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica.
“El motivo, sin embargo, todavía no lo sabemos” agrega el médico.
La nueva investigación aparece publicada en la Revista Estadounidense de Medicina Respiratoria y Cuidado Crítico de la Sociedad Torácica Estadounidense.
Síntomas
El asma afecta los pequeños conductos -o vías respiratorias- que transportan aire hacia y desde los pulmones.
Cuando una persona experimenta asma, el músculo que envuelve las paredes de las vías respiratorias se estrecha y los conductos se vuelven más angostos.
Esto provoca que el revestimiento de las vías se inflame y comience a producir mucosidad o flema.
Estas reacciones causan que las vías respiratorias se vuelvan aún más estrechas e irritadas, lo que conduce a los síntomas de asma, como silbido respiratorio, tos, respiración jadeante, presión en el pecho y falta de aire.
Se calcula que en el mundo una de cada 20 personas, unos 300 millones, tienen problemas de asma.
Y se cree que para 2025, está cifra ascenderá a 400 millones.
Hasta ahora, sin embargo, no se conocen los factores que desencadenan esta dolencia, pero se citan como causas comunes, los estímulos alérgicos, infecciones, estrés o ejercicio intenso.
Incremento
Según los investigadores estadounidenses, si no se logra una reducción importante en la cantidad de personas con sobrepeso y obesas, los nuevos casos de asma podría aumentar marcadamente.
"Éste es un problema muy serio, sobre todo en países donde la obesidad es una epidemia, como Estados Unidos” afirma el doctor Jares.
Y de hecho, el asma debe agregarse a la lista de enfermedades cuya incidencia aumenta con la obesidad, como diabetes, enfermedades cardiovasculares y también cáncer de colon”, señala el experto.
Los investigadores afirman que es realmente urgente reducir el peso entre la población pediátrica, donde la incidencia anual de asma es hasta cinco veces mayor que entre adultos.
El estudio clasificó el peso normal de una persona como el equivalente al índice de masa corporal (IMC) menor de 25.
El sobrepeso equivale a un IMC de más de 25 pero menos de 30 y la obesidad con un IMC de 30 y más.
El análisis demostró que por cada persona de peso normal con asma, había 1,5 personas asmáticas con sobrepeso.
Las personas obesas tenían dos veces más riesgo de padecer asma que una persona de peso normal.
Los investigadores, sin embargo, no han logrado determinar la causa del incremento en el riesgo de asma.
“Probablemente la obesidad tenga algún efecto sobre los volúmenes pulmonares al empujar el diafragma hacia arriba, por ejemplo”, afirma el doctor Jares.
“Pero todavía seguimos discutiendo cuáles pueden ser los motivos”, agrega.
En América Latina, dice el doctor Jares, la incidencia de asma entre niños menores de 6 años, aunque varía entre países, es de alrededor del 10% y entre adultos, de 5 o 6%.
“Es una enfermedad sumamente frecuente y en pediatría el asma es la causa más común de consulta e internaciones”, señala.
“Y en los últimos 20 años se ha notado una incidencia notable y cada vez más grave de la enfermedad”, asegura el experto.
Fuente: BBCmundo.com