Soy del barrio San Francisco de San Pedro del Paraná, Itapúa.
A la mañanita entreno a partir de las 7:00 hasta las 9:30. Después voy a trabajar hasta las 12:00. Luego toda la tarde y noche trabajo. Soy copropietario en un gimnasio. Desde muy chico jugaba fútbol en una escuela. Jugué y cada vez que tengo libre juego en un club que se llama Sportivo San Pedro.
Como el campeonato terminaba a mitad de año, hasta diciembre tenía libre. En ese tiempo libre entrenaba atletismo porque me gustaba también.
En el 2019 me fue bien en el atletismo. Clasifiqué para el campeonato nacional. Me preparé y salí campeón nacional. Ahí empecé a entrenar de manera más seria.
Practico salto largo. Empecé a entrenar en una canchita particular. Como necesitaba, armé para mi caja de arena para poder practicar mi salto.
Manos y pies a la caja
Como viajaba de Asunción a Encarnación, miraba cómo se tenía que construir, tenía ideas. Es algo un poco simple. Hice el caminito más recto para correr bien. La parte de la caja de arena sí tenía idea, porque miraba en las pistas de Asunción y Encarnación.
La cancha donde armé la caja con el caminito es de las Hermanas del colegio Caacupé. Estuve en ese colegio hasta el séptimo grado.
Me dijeron que sí cuando les pedí el lugar. Siempre me apoyaron y también a todos mis amigos. También el profesor Rafael Algarín, entrenador de atletismo, nos apoyó.
Con unos amigos que entrenan conmigo armamos. Llevamos palas, azadas. Otro amigo que tiene una constructora donó dos metros de arena.
Nos llevó tres días construirla. Con la azada y la pala hicimos el caminito que tenía como 30 metros, que era para correr. Aparte la caja de arena donde se realiza el salto.
Estuve muy emocionado cuando la terminamos. Hasta ahora disfruto mucho de mi caja de arena. Ya está un poco vieja, pero me sirve todavía para entrenar.
Demasiado me emociona saltar ahí. Siento eso porque fue hecha por mí y mis amigos. Porque siempre tiene un gusto diferente cuando las cosas lográs o hacés por tu propio mérito.
A mi profesor también le gustó la idea cuando le conté. Él también usa ahora con los más chicos. Es algo muy útil para todos acá en el club de atletismo de San Pedro.
Para mí fue un reto personal hacerla. Me reté para ver hasta dónde puedo llegar en salto. Porque acá en el atletismo no se gana plata. Quienes ganan es porque llegaron muy lejos, con medallas sudamericanas. Pero lastimosamente quienes empezamos recién casi nada de apoyo tenemos.
Alrededor del 2019 construimos. Ese año salí campeón nacional. En el 2021 y este año fui vice. En el Grandprix que se hizo el sábado pasado, ocupé el tercer puesto.
Reto Odesur
Este año también participé en los Juegos Odesur. Ahí fue grande la competencia y en otro nivel. Salí noveno.
Representar a mi ciudad en los Juegos Odesur 2022 fue algo increíble, muy emocionante. Estando ahí me dije a mí mismo que aproveche la oportunidad.
Recordé cómo empecé y hasta dónde llegué, al estar con toda esa gente apoyando y los atletas de otros países.
En el día de la competencia, a la mañana, lloré mucho, me emocioné. Nunca me pasó eso. Recibí muchísimos mensajes, videos, llamadas. A la tarde tuve que desconectarme, quería concentrarme para estar bien.
Me sentí campeón al estar en Odesur. Estar ahí con saltadores que son de primer nivel. Porque Odesur fue una competencia de todos los mejores atletas de cada país.
Yo veía a los representantes de diferentes países por Instagram, Youtube. Cuando eso tuve la oportunidad de compartir con ellos.
Para mí fue algo increíble. Porque ellos son los atletas que viven del atletismo. Creo que no hacen nada más que entrenar y, no sé, estudiar.
La realidad conmigo es muy diferente. Mi vida es más trabajar, estudiar y entrenar. Estoy en la parte final de mi carrera de Administración Agropecuaria. Solamente me falta defender la tesis y ya está.
Cuando volví de Odesur, mi familia me esperó en caravana, en mi gimnasio me dieron una sorpresa. Por la calle toda la gente me saludaba, apoyaba y felicitaba.
Al volver me sentí muy agradecido. Miro el lugar donde estoy y donde llegué. Siempre hablé con mi lugar de entrenamiento, dije que alguna vez iba a hacer historia mediante él. Creo que una parte hice ya.
SUEÑOS DE ATLETA
El atletismo es una disciplina muy difícil. Todo depende de uno también. Tengo mi entrenador actualmente. Pero creo que en gran parte si me pasa algo es por mi culpa o mi propio mérito.
Espero llegar más lejos, a competir en otro Sudamericano. El próximo año va a haber uno en Brasil. Así poder viajar y saltar más, más lejos. Ver hasta dónde puedo llegar.
Un deportista que se prepara bien gasta mucho, alimentación, gimnasio, suplementos, recuperación, todo eso. Yo cada vez que tengo competencia en Asunción pido ayuda a la Municipalidad. Ellos me ayudan.
Lo ideal sería un apoyo mensual o semanal. Pero lastimosamente hasta ahora no conseguí eso. Intenté muchas veces. Pero creo que Paraguay es un país muy futbolista. La gente todavía no le da el valor suficiente al atletismo.
A las autoridades les pido que nos den más apoyo y que tengamos infraestructura, que será muy útil para todos.
Como todo atleta deseo llegar a los Juegos Olímpicos. Pero ese es un sueño muy grande ya. Ojalá se pueda dar. No lo veo imposible, verdad, pero creo que es soñar de a poco...
Mi hermanito de cinco años entrena conmigo. Suelo llevarle. Le gusta mucho lo que yo hago. Mi hermana de 16 años antes entrenaba también. Pero ahora ya no puede por cuestiones del trabajo y el estudio. Creo que nuestros padres están orgullosos.
Mi frase favorita es: Cada día es una oportunidad, aprovéchalo. Disciplina, perseverancia, responsabilidad y constancia son algunas palabras claves que debe tener en cuenta un atleta.
A los jóvenes que empiezan les digo: “A no rendirse”. Cada día y cada situación es un escollo a superar.
Pasó del fútbol al salto largo. Construyó su propia caja de arena para practicar su disciplina. Gabriel Lugo (25 años), como muchos deportistas, pide mayor apoyo para otros deportes y que se haga realidad el sueño olímpico.
Miro el lugar donde estoy y donde llegué. Siempre hablo con mi lugar de entrenamiento, dije que alguna vez iba a hacer historia mediante él. Creo que una parte hice ya.