Por Caio Scavone
Villarrica
A pocos meses de cumplirse los 20 años del golpe del 2 y 3 de febrero de 1989, el prestigioso médico, excelente futbolista, connotado columnista de Última Hora, consagrado politólogo y amigo personal (como si un amigo fuese público o general), Alfredo Boccia Paz (Mengo para el público en general), lanzará un libro de anécdotas con referencia a dicha fecha y el golpe que derrocó al déspota Alfredo Stroessner.
El anecdotario ¿Qué hacías aquella noche? saldrá en dos o tres semanas más y agradecí a Mengo por invitarme a escribir entre 30 autores, ensayistas, periodistas, literatos, creadores, sacerdotes, novelistas, narradores y prestigiosos escritores, entre los cuales me incluyo, pero aclarando que me incluyo entre los que escriben y, por supuesto, na que ver con lo prestigioso.
Ahora que tenemos clara la película, aunque creo que hasta hoy nadie la tiene tan cristalina, es interesante tratar de recordar lo que hicimos y dónde estábamos aquella noche. La mayoría, entiendo que ni pensaba en la caída del tirano, ni él mismo creía en el regalito que su consuegro le estaba preparando, y entre los 30 invitados de Mengo a recordar lo que hacíamos y el cómo vimos aquel “golpe” va a memorizar que entre varios no teníamos ni la película y menos la llaneza de lo que se venía. Nunca faltan ni faltarán los profetas del después que dirán: pero cómo estos periodistas no sabían del golpe..! Creo que nadie sabía nada, o los pocos que sabían no lo creían posible. Ni los ultra feligreses del stronismo, ni la gran cantidad de pyragués sabían que los Carlos sí estaban preparados hasta las últimas consecuencias. Lo que tampoco sabíamos es que la transición iba a ser tan larga y duradera.
Vamos a enterarnos de lo que pasó con las gallinas de doña Ligia a partir del 3 de febrero, acontecimiento este -lo de las gallinas- que refleja la idiosincrasia de nuestros compatriotas. Habrá relatos de los que salvaron de milagro, sin tener nada que ver con el asunto, teniendo su participación en el lugar justo y en el momento idem. Así mismo, como termómetro de lo desinformado que estábamos, el periodista mejor informado relatará lo desinformado que se encontraba en esa fecha, así como con la película ya vista, otro nos estará informando que el cambio no fue tan cambio, cosa que hoy sabemos ya que el verdadero stronismo recién fue derrumbado el pasado 20 de abril.
Otros relatarán cómo se vivió desde el exilio o desde el extranjero sin exilio y como les sorprendió esta fecha que hoy es sinónimo de esperanza más que de libertad. Y tan paradójico resultó todo que hasta el Libertad comenzó a campeonar de seguido después de la caída de su eterno presidente honorario.
En mi relato cuento a Mengo que en Villarrica vivíamos una doble dictadura, la de Stroessner y la de su entonces cuñado predilecto: Virgilio Ramón Legal. Dueño, amo y señor del Guairá desde su cargo de delegado de Gobierno o al revés, idioma que mejor manejamos para explicar y decir que era el delegado de Gobierno con cargo de dueño, amo y señor del Guairá. Era la réplica del Rubio que hasta caminaba y saludaba igual, se rodeaba de esbirros y complacientes que hasta les entregaban sus esposas y ordenaba todos los nombramientos. Monopolizó el faenamiento de los vacunos y la venta de la carne hasta que esta ridícula, grosera y grasosa actitud lo llevó al infarto el 31 de mayo de 1981. La cabeza de un chancho sobre la tumba de Legal fue la mejor corona y guardia de honor que los guaireños le dispensaron.
Solo la personalidad y el aprecio que le tenemos a Mengo hicieron posible y esperamos con ansias este lanzamiento en donde habrá bocaditos, confites y gaseosas pero sin presencia de Xavantes ni de algún Carlos con granada en mano. Eso es lo que se sabe...