“He sentido vuestra cercanía y el apoyo de vuestras oraciones. Gracias de corazón”, dijo antes de rezar el ángelus desde la décima planta del hospital, acompañado por algunos niños enfermos y ante decenas de fieles que le recibieron con aplausos y vítores.
El Papa, de 84 años, fue operado del colon en el hospital Agostino Gemelli de Roma, el pasado domingo, por una estenosis diverticular grave con signos de diverticulitis esclerosante en la que se le extrajo una parte del tracto, aunque evoluciona favorablemente. Desde entonces, la única información que se tenía de él provenía de los parcos boletines médicos que la Santa Sede difunde cada mediodía, por lo que su reaparición, avanzada por el Vaticano solo como previsible o posible, era más que esperada en Roma.
El Sumo Pontífice, con la voz ligeramente ronca pero con buen aspecto, confesó que durante su hospitalización comprobó la importancia de tener acceso a un buen servicio sanitario. “En estos días he experimentado lo importante que es un buen servicio sanitario, accesible a todos, como el que hay en Italia y en otros países. Un sistema sanitario que garantice un buen servicio accesible para todos”, reconoció. EFE