El Pontífice llegó con paso lento al aula Pablo VI para la audiencia con el movimiento Neocatecumenal, pero mucho más seguro que antes de someterse a las infiltraciones en la rodilla para curar los dolores que sufre y que le impiden estar mucho tiempo de pie o andar.
Francisco no ofició el sábado la misa de clausura del X Encuentro de la Familia y se limitó a leer la homilía, pero sí se le vio dar unos primeros pasos con la ayuda de un bastón.
Tras anular el viaje a África, el portavoz vaticano, Matteo Bruni, destacó que el viaje se había aplazado porque “los médicos consideraron que un esfuerzo excesivo podría hacer que volviese a la situación anterior”.
Hace algunos días, Francisco les confesó que no quería operarse y que continuará con las infiltraciones para curar su dolencia, según reveló el diario Il Messagero. Mientras que el Vaticano confirmó la pasada semana el viaje que Francisco realizará a Canadá del 24 al 30 de julio. EFE