El papa Benedicto XVI dijo ayer que los líderes católicos deben tener el coraje de plantar cara a ataques del “agnosticismo intolerante” prevalente en muchos países.
El Papa y la Iglesia se han visto bajo crecientes críticas por su oposición al matrimonio homosexual y al sacerdocio femenino. El Papa ha denunciado repetidamente lo que describe como intentos de expulsar a la religión del debate público.
El Pontífice celebró una misa el día que los cristianos occidentales conmemoran la Epifanía y ordenó a cuatro nuevos arzobispos, incluyendo a su secretario personal.
En una homilía ante unas 10.000 personas en la Basílica de San Pedro, rechazó firmemente la idea de que la Iglesia deba cambiar en función de la opinión pública.
“Cualquiera que viva y proclame la fe de la Iglesia está en muchos aspectos fuera de ritmo con la forma predominante de pensar”, dijo. “La aprobación de la sabiduría prevalente, sin embargo, no es el criterio al que nos sometemos”.
En EE. UU., un grupo inició una petición el mes pasado en la página web de la Casa Blanca pidiendo que Barack Obama incluya a la Iglesia Católica como un “grupo de odio” por su oposición al matrimonio gay. “El agnosticismo reinante hoy tiene sus propios dogmas y es extremadamente intolerante en referencia a nada que lo cuestione y los criterios que emplea”, afirmó. reuters