El odio del futuro canciller al Partido de los Trabajadores (PT), que gobernó Brasil durante 13 años, solo se iguala al del propio Bolsonaro. Con la vista puesta ahora hacia el norte, se espera que la nueva diplomacia dé la espalda a los antiguos amigos y deje atrás la cooperación sur-sur.
En su blog, Araújo rebautizó al PT como “Proyecto totalitario”, que criminalizó “todo lo que es bueno y puro: la familia, la propiedad privada, el sexo heterosexual, la fe en Dios, el patriotismo”.
Incluso la carne roja, el aire acondicionado, el petróleo o cualquier energía eficiente y barata, en nombre del cambio climático. Ernesto Araújo fue escogido porque expresa muy claramente la visión del mundo de Bolsonaro, estimó Mónica Herz, docente de la PUC.
“Estaban buscando a alguien que hablara a sus bases, con sus valores ultraconservadores, y una fuerte interacción entre religión y política”.
Araújo estima también que hay que “resistir a la China maoísta (sic) que dominará el mundo”. Jair Bolsonaro ya molestó a Pekín, acusándole hace unas semanas de “comprar Brasil” y con su visita a Taiwán a comienzos de año. La misma noche de su elección, Bolsonaro prometió liberar a Brasil y a Itamaraty de las relaciones internacionales con sesgo ideológico. AFP